Los operarios del matadero municipal de Llodio, junto a la Policía local, tuvieron que perseguir este jueves, en torno a las diez de la mañana, a un buey terreño de porte pequeño que, aprovechando un descuido de los trabajadores de las instalaciones que se dejaron las puertas abiertas, salió corriendo por la zona de Caminos Viejos.
El animal llegó hasta la entrada de la empresa Guardian, a unos 600 metros, donde fue cercado y logrado subir de nuevo a un camión de transporte, media hora después y sin causar incidentes. Esta no es la primera vez que Llodio vive un episodio de estas características. En abril de 2018 otro buey se escapó del remolque que lo transportaba al mismo matadero, y terminó abatido por la Ertzaintza ante el peligro que entrañaba su huida desesperada por calles del centro urbano.
El suceso suscitó sonadas críticas por parte de la población, que no entendió la tardanza en disponer de un dardo tranquilizante solicitado a los Miñones.