- Nos habían hablado y anticipado el anuncio de una vuelta a la normalidad, a una nueva normalidad, con mucho grado de certeza, pero la realidad social nos lleva a una situación de muchos interrogantes y de pocas respuestas y, sobre todo, de escasas certezas. En estos momentos, a unos pocos días del regreso de las vacaciones y del inicio de la actividad laboral y escolar habituales, casi todo está en una nebulosa.
La incertidumbre, en especial en lo social, es lo que campa en nuestro entorno. Si esto es así en general, es normal que volvamos la vista a los científicos en busca de argumentos sólidos que permitan encontrar certidumbres, hechos, no opiniones, y argumentos sólidos. Pero la realidad es que los científicos no parecen estar en este camino de las respuestas contundentes y sin matices. Tanto el catedrático de Microbiología de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU, Guillermo Quindós, como Juan Ignacio Pérez, catedrático de Fisiología y exrector de la UPV/EHU, exponen sus argumentos científicos, pero navegan en un alto grado de incertidumbre, atreviéndose a asegurar muy pocas cosas.
En estos momentos, el regreso a las aulas y a la normalización de la actividad laboral posvacacional los ven con un gran signo de interrogación. Tienen argumentos para ver el futuro a medio-largo plazo con esperanza y optimismo, pero en la cercanía ven muchos más nubarrones e intentos de transitar por caminos turbulentos de lo que ellos desearían.
Ambos viven en un entorno donde participan de los mismos altibajos que recibimos todos en la información y redes sociales, pero ellos tienen una visión propia desde el mundo científico que podría ser el asiento sobre el que se desarrollase la nueva normalidad. Aunque también en este asiento científico hay grandes incertidumbres y pocas certezas.
Aún así, Pérez Iglesias y Quindós coinciden en la necesidad de mejorar la atención primaria y potenciar la figura de los rastreadores. Sostienen, además, que debe existir un buen liderazgo para que la ciudadanía confíe en las medidas que se deban adoptar, por muy duras y cuestionables que sean.