El Consejo Escolar de Euskadi recomienda al departamento vasco de Educación "preparar, planificar y organizar" el próximo curso antes del verano y en colaboración con la comunidad educativa para "evitar improvisaciones" dado el escenario creado por la pandemia de coronavirus.
En un comunicado, la comisión permanente del citado organismo de consulta y asesoramiento, aconseja también al departamento "profundizar" en la autonomía de los centros y en la "toma de decisiones compartidas como forma de gobernanza".
También remarca que las necesidades "serán mayores" por lo que hace un llamamiento a la solidaridad, a la responsabilidad y a la generosidad de toda la comunidad educativa y de la Administración "para que se tomen todas las medidas organizativas necesarias con el fin de optimizar e incrementar todos los recursos y garantizar, ahora más que nunca, la equidad".
Para el fin de este curso y el verano del 2020, el Consejo propone, entre otras iniciativas, la elaboración de un diagnóstico "individual, real y preciso" de cada alumno para plantear medidas pedagógicas de intervención y refuerzo si fuera necesario.
En este último caso aboga por la planificación de actividades en verano, "que no supongan una carga para las familias", y "aprovechar esta oportunidad" para reforzar también el euskera y el ocio.
Ya en septiembre, el Consejo reclama "de modo especial" "una acogida personal y una atención emocional" al alumnado, principalmente en lo relacionado con los programas de inclusión y el tratamiento de la diversidad, e incorporar "los medios necesarios" para ese objetivo.
También considera que las familias deben ser informadas de todos los cambios organizativos que se prevean y que se "aproveche y mejore" el esfuerzo digital llevado a cabo durante la pandemia "de modo que constituya una herramienta habitual para el aprendizaje", siempre con la garantía del "acceso digital" de todos los estudiantes.
Para ello se solicita un plan urgente de digitalización de la escuela pública.
Otra medida es la "adaptación y reducción del currículo" a las competencias "básicas e imprescindibles", dando prioridad a las "personales, comunicativas y digitales" .
Respecto a los cambios necesarios para garantizar la educación en un escenario post covid-19, el Consejo Escolar propone que se tenga en cuenta lo aprendido durante la pandemia para "poner en marcha metodologías que aumenten la motivación del alumnado y logren un aprendizaje significativo, y que fomenten la autonomía del alumno y promuevan la experimentación e investigación".
También considera que si en las clases presenciales debe haber menos alumnos por aula, se tendrá que tener en cuenta que la escuela cumple una función de guarda "necesaria para la conciliación familiar", por lo que "habrá que estudiar todas las posibilidades para la atención al resto de escolares".
Otras medidas estás relacionadas con la formación del profesorado en este nuevo contexto, la participación de las familias para detectar sus necesidades, y la flexibilización en la organización de los espacios y los tiempos para responder a las diferentes situaciones y a las necesidades de conciliación familiar.