huelva - De pelo canoso y apariencia robusta, Bernardo Montoya Navarro ha pasado casi 20 de sus 50 años en prisión. Salió hace dos meses de la cárcel tras cumplir una condena de dos años y 10 meses por dos robos con violencia, a la que hay que sumar otros 17 años por la muerte de una anciana.

El detenido, con un hermano gemelo -o mellizo, según distintas fuentes, llamado Luciano-, tiene un largo historial delictivo por asesinato, allanamiento, obstrucción a la justicia, quebrantamiento de condena y robos con violencia. Su primer ingreso en prisión fue en 1994 y salió por última vez en octubre de 2018.

El sospechoso, de etnia gitana, ha cumplido prisión, entre otros delitos, por asesinar a una anciana de 82 años en la cercana localidad de Cortegana (Huelva) en 1995, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva de noviembre de 1997 y que recoge en una información El País. Fue el 13 de diciembre de 1995, día en el que Bernardo Montoya entró por la ventana en la vivienda de la víctima, Cecilia Fernández Díaz, a la que asestó varias puñaladas con un machete grande, que le seccionaron la carótida y la yugular.

Dos años después fue declarado culpable y condenado a 22 años de prisión por el asesinato de la mujer, que iba a declarar contra él en un juicio por lesiones. La defensa pidió la absolución del acusado aduciendo que se encontraba bajo los efectos del síndrome de abstinencia, por su adicción a la heroína y la cocaína en el momento del crimen, circunstancia que fue tenida en cuenta como atenuante. Cumplió 17 años de cárcel por este crimen.

Tras finalizar su condena, Bernardo Montoya salió de la cárcel en 2015, pero pronto volvió a ella por dos robos con violencia. El pasado octubre, con 50 años recién cumplidos, salió de la prisión de Huelva.

El hermano del arrestado, Luciano Montoya, también tiene delitos de sangre. Cuando Bernardo ya estaba en la cárcel por el asesinato de la anciana, el segundo mató a una mujer de 35 años en el año 2000. - D.N.