El Aquarius, con un nuevo pasaje de migrantes, sigue buscando un puerto seguro que le permita desembarcar a esas 141 personas rescatadas en el Mediterráneo durante su huida hacia Europa. España, Italia y Malta ya le han negado el permiso; la localidad francesa de Sète, en el sureste del país, dijo estar dispuesta a acoger el buque humanitario, pero necesita la autorización del Estado; y el alcalde de Nápoles también dice estar dispuesto a desafiar a su Gobierno.

Mientras tanto, la ONG SOS Méditerranée, que gestiona el Aquarius junto con Médicos Sin Fronteras (MSF), advirtió ayer de que la situación a bordo es estable, pero no puede prolongarse demasiado si no se le ofrece una solución europea para desembarcar a los 141 inmigrantes. “Aunque ahora la situación es estable, no puede durar mucho. Nos preocupa bastante, son personas vulnerables”, indicó a Efe la directora general de SOS Méditerranée, Sophie Beau, quien indicó que en el grupo hay 73 menores, 67 de ellos no acompañados, además de 44 mujeres, de las cuales dos están embarazadas.

Somalia y Eritrea son los principales países de procedencia, pero también hay migrantes de Bangladesh, Camerún, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria y Senegal. Cuando fueron localizados el pasado viernes en dos operaciones distintas de salvamento, algunos habían alcanzado las 35 horas de navegación en pequeñas embarcaciones de madera y presentaban casos de deshidratación y agotamiento.

En la primera operación se salvó a 25 inmigrantes, 16 hombres y 9 mujeres, una de ellas embarazada, procedentes de Bangladesh, Camerún, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria y Senegal. En la segunda se rescató a 116 inmigrantes de Egipto, Eritrea, Somalia y Marruecos, de los que 78 son varones, 38 mujeres, una de ellas encinta, y 67 menores no acompañados.

Una espera larga El doctor de a bordo, David Beversluis, de MSF, explicó que los inmigrantes se encuentran “estables” y que la embarcación cuenta con comida y suministros médicos para las próximas dos semanas. Están cansados, como es normal después de “un viaje largo en un barco pequeño”, y sospechan que la espera puede ser larga al conocer la última misión del Aquarius, que en junio tuvo que desembarcar a 629 inmigrantes en Valencia tras días a la espera en alta mar por la negativa de Italia y Malta. “Saben que es una situación política complicada y son conscientes de que la espera puede ser larga”, reconoció Beversluis.

Por su parte, el presidente de Médicos sin Fronteras, David Noguera, reclamó una “solución humana” para los migrantes del Aquarius, porque tienen derecho a ser acogidos y rescatados del Mediterráneo, en el que mueren una de cada siete personas que intentan cruzarlo. El responsable de la ONG en el Estado lamentó que se esté generando “un episodio más de una espiral de bloqueo de acceso” a las organizaciones que rescatan a los migrantes. “No es negociable rescatar o no a las personas”, aseguró Nogueira. Añadió que la UE más que convocar reuniones urgentes, debe encontrar soluciones “para un problema para el que necesariamente hay buscarlas”.

A diferencia del anterior viaje de rescate del Aquarius, en esta ocasión al cierre de puertos por parte de Italia y Malta se suma la negativa del Gobierno español, que considera que España “no es el puerto más seguro” al no ser “el más cercano según lo establecido en el Derecho Marítimo Internacional” para el desembarco de náufragos. Además, considera que no existe “la misma situación de crisis humanitaria” que en junio, cuando España ofreció a las organizaciones humanitarias el puerto de Valencia, donde fueron recibidos los 629 inmigrantes que viajaban a bordo de la nave.

Contactos de la UE Ante esta situación, la Comisión Europea está en contacto con varios Estados de la Unión Europea y ha ofrecido su “total apoyo diplomático” para resolver la situación, según declaró la portavoz Tove Ernst en Bruselas.

La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, no obstante, ha reclamado al Gobierno que “recapacite” y ofrezca un puerto seguro al buque. La Red ha rogado al Gobierno español que no escuche “las críticas veladas del comisario europeo Dimitris Avramopoulos o las afirmaciones de quien no veía en los CIE incumplimiento de derechos humanos, como es el conservador ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska”, sino al “amplio mandato ciudadano” representado en las grandes ciudades que quieren servir de espacio para la acogida.

“Pedimos al presidente Sánchez su intervención libre y urgente, para, sin tutelas exteriores, garantizar que España pueda seguir siendo espacio de acogida”, concluyó el presidente de la organización, Daniel Méndez. De no acceder a su solicitud, la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado se plantea convocar “concentraciones y actos ciudadanos de reivindicación que permitan que el Mediterráneo no sea con nuestro silencio una fosa común”.

“Esperemos que se encuentre rápidamente una solución europea coordinada”, apuntó la directora general de SOS Méditerranée, Sophie Beau, para quien España o Francia serían factibles “como último recurso”. “Es absolutamente necesario encontrar soluciones. (...). No podemos pedir a los guardacostas libios gestionar el modelo operacional de salvamento. ¿Qué han hecho los gobiernos europeos desde junio?”, concluyó.

En julio. En julio arribaron a la Unión Europea cerca de 15.000 inmigrantes irregulares, un 18% menos que hace un año, de los que más de la mitad (8.800) llegaron a España, donde se cuadriplicó la llegada de inmigrantes con respecto al mismo mes de 2017, según Frontex. Por contra, se reducen los que llegan a Italia.

En el año. En los primeros siete meses de 2018, el número de inmigrantes irregulares que llegaron a la UE a través de las cuatro principales rutas migratorias fue de 73.500 personas.

Estado español. La llamada ruta del Mediterráneo Occidental, que llega a las costas españolas, registró alrededor de 23.100 ilegales, más del doble que en los siete primeros meses de 2017.

Procedencias. Las personas procedentes de Marruecos, Guinea y Mali representan el mayor número de llegadas al Estado español en lo que va de año y, de hecho, los migrantes provenientes de países subsaharianos representan más de las tres cuartas partes de todos los que han llegado este año.

La cifra

433

Efectivos de Salvamento Marítimo rescataron ayer a un total 433 inmigrantes, entres ellos un menor, de once pateras y una colchoneta hinchable frente a las costas andaluzas. Según informó un portavoz de Salvamento Marítimo, en la madrugada de este lunes se movilizó a la ‘Salvamar Atria’ tras recibirse varios avisos de la presencia de pateras en el Estrecho de Gibraltar. También en el mar de Alborán se realizaron varios rescates.