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“El documento de bases para el acuerdo en la educación es positivo pero no suficiente”

Aunque no se ha logrado la unanimidad que ella buscaba, Zaitegi agradece a todos los agentes del Consejo Escolar de Euskadi su aportación al debate del Pacto Educativo

“El documento de bases para el acuerdo en la educación es positivo pero no suficiente”Jose Mari Martínez

Bilbao- El primer paso para avanzar hacia una Ley Vasca de Educación se acaba de dar con el aval de la comunidad educativa, pero sin lograr un consenso. El Consejo Escolar de Euskadi (CEE), el máximo órgano de representación de todos los sectores de la enseñanza, aprobó el miércoles por amplia mayoría -21 votos a favor y 9 en contra- el dictamen sobre el documento Bases para el acuerdo por la Educación presentado por la consejera Cristina Uriarte para poner un suelo común a la escuela vasca de las próximas décadas. El Consejo ha visto luces en un texto que califican de “positivo”. La presidenta del CEE, Nélida Zaitegi, explica el contenido del dictamen y el proceso de reflexión llevado a cabo por los agentes.

El Consejo Escolar ha aprobado por mayoría el dictamen sobre el documento Bases para un acuerdo por la Educación. ¿El pacto es posible?

-Lo que hemos votado ha sido el dictamen que hemos hecho del documento tras dos meses de análisis, debate y aportaciones de todos los agentes al documento que la consejera de Educación nos remitió para buscar lo común de las diferentes visiones sobre la educación existente en nuestra comunidad.

¿Cuáles es su diagnóstico?

-Antes de hablar de contenido, me gustaría valorar todo el trabajo que ha hecho la gente del Consejo para hacer este dictamen, desde estudiantes, asociaciones de AMPAS de la pública y la concertada, profesorado, sindicatos, patronal de Kristau Eskola, Confebask... Hay que poner en valor que todas las decisiones se han tomado por consenso en la permanente y eso que están sindicatos que luego han votado en contra. ELA se ha negado a participar, pero los representantes de Steilas y CCOO han sido trabajadores, positivos y colaboradores.

Entonces, ¿por qué no ha habido un consenso?

-El contenido del documento ha sido valorado positivamente por el CEE con un índice de excelencia del 75% en todos sus bloques, pero no se ha logrado un consenso. Creo que el problema es que unos valoramos la botella medio llena del documento y dijimos esto es bueno, pero hay que terminar de llenar la botella con todo esto. Y otros, a pesar de haber recogido sus propuestas, se han quedado en el yo quiero la botella llena.

Entiendo que esa mayoría más posibilista de la comunidad escolar también quiere la botella llena, ¿no?

-Evidentemente, pero en otra fase del proceso.

¿Qué opina el Consejo del documento elaborado por el Gobierno Vasco para alcanzar un Pacto Educativo?

-Los cinco capítulos del documento (convivencia, lenguas, modernización, evaluación y autonomía de centros) lograron una valoración de 4 o 5 en una escala de cinco. Tres cuartas partes de los miembros del CEE valoraron el texto de manera positiva. Luego se realizaron aportaciones para enriquecer el documento, en su mayoría precisiones, menos en el caso del capítulo de convivencia donde no se contemplaban cuestiones fundamentales como la coeducación, la interculturalidad o el hecho religioso.

¿El hecho religioso?

-No se puede ignorar el hecho religioso porque ya está en la escuela, lo tenemos en los comedores. A veces visten de forma diferente, no comen cerdo... Antes el hecho religioso estaba mucho más presente pero como era monocolor pasaba desapercibido. Nuestra cultura está terriblemente sesgada por el hecho religioso, tanto en el día a día, como en el propio lenguaje.

¿El documento es una buena base para la Ley Vasca de Educación?

-Creo que sí porque tiene cinco puntos que son importantes, aunque no suficientes. El jueves se decía para qué necesitábamos una nueva ley. Y yo digo que tenemos una Ley de la Escuela Pública Vasca de 1993 y que el mundo ha cambiado drásticamente, la velocidad de cambio es tremenda, tenemos un grado de inmigración que antes no teníamos, los modelos de familia son diferentes, no había familias monoparentales... Y si la educación debe responder a la sociedad hace falta una nueva ley que contemple el nuevo paradigma social, pero no una ley como se han hecho al uso.

¿Leyes monolíticas?

-Eso es, hay que hacer leyes flexibles que den margen de maniobra. Por ejemplo LAB proponía que la ley recoja que los comedores escolares sean ecológicos, pero lo adecuado es que cada centro gestione el comedor y el transporte. Que quieren jantokis con productos locales y ecológicos, adelante. Que quieren comprar en el Carrefour o cátering, perfecto. Yo no puedo decir a un centro y por ley que eso tiene que ser así.

Bueno, así se ha funcionado los últimos 40 años.

-Ya. ¿Por qué hemos tenido tantas leyes educativas? En los estados burocráticos de herencia napoleónica, como es el nuestro, todo está centralizado y acompañado de una ley. Es lo que decía el ministro de Francia: “Hoy a las 9 de la mañana todos los niños franceses están dando lo mismo...” ¡Qué alegría! La homogeneidad y el café para todos no vale cuando hablamos de personalizar la educación. Tenemos la mala costumbre de dejarlo todo atado con leyes cerradas y el siguiente gobierno dice que no vale porque su antecesor la ha redactado a su imagen y semejanza. Si somos un poco serios, teniendo en cuenta la velocidad de los cambios, hay que hacer una ley educativa tremendamente flexible para que cada uno pueda ir adaptándola a las circunstancias. Por eso son buenos los cinco capítulos.

Vayamos al primero, convivencia.

-Decimos que todo el mundo en esta sociedad tiene que estar dentro, sea como sea, venga de donde venga... Nuestros niños y niñas necesitan aprender a convivir con gentes de otras culturas, no solo porque es el mundo en el que van a vivir, sino porque quizá algún día sean nuestros hijos e hijas los que tengan que salir fuera e integrarse en una cultura que no sea la suya. Creo que la gente que evita este contacto a sus hijos les hace un flaco favor.

Punto dos, modernización.

-Evidente, la ley no tiene que impedir que el sistema se siga modernizando.

Tres, lenguas.

-Este es un tema clave y fundamental. Es verdad que aquí tenemos una situación muy determinada con el euskera como eje. Pero ojo, que los tiempos han cambiado y hay que ser flexibles y ver a dónde vamos.

Autonomía de centros.

-Fundamentalísima. Hay que empezar a eliminar burocracia y normas para que los centros puedan decidir. La autonomía supone relaciones de confianza, libertad de gestión frente a la Administración, pero conlleva una gran dosis de responsabilidad y la obligación de rendir cuentas sobre tus resultados. Es como con un chaval, yo te dejo salir bajo tu responsabilidad pero cuando llegues a casa voy a ver en qué condiciones llegas. Con la autonomía no caben excusas, es inaceptable que una cuarta parte de nuestros chicos y chicas repita. ¿El 25% de nuestro alumnado no es capaz? No me lo creo. Lo que ocurre es que tenemos continuamente vallas que hay que saltar sin saber si eres cojo o en qué situación estás. Eso es lo que tiene que hacer un centro para personalizar la educación y hacer que todos, todos, tengan éxito.

Ya pero la realidad, como dice, es que un 25% se queda atascado.

-Está demostrado que repetir solo es útil en el 5% de los casos, por tanto tenemos un 20% del alumnado al que repetir solo les perjudica, les baja la autoestima, tienen presión familiar. Y para corregirlo la escuela tiene que trabajar de otra manera.

Bueno, el cuarto punto del documento igual ayude: evaluación.

-Todo el mundo se queda en las pruebas externas como la de PISA. PISA tiene un elemento bueno y es que te permite comparar, te da perspectiva de dónde estás frente a otros países y nada más. Luego los gobiernos y los medios lo usáis como arma arrojadiza. Las evaluaciones diagnósticas que realiza el ISEI-IVEI son muy buenas, somos la envidia de todo el Estado. Y por favor, que la gente no llame reválidas a lo que no es. Aquí no ha habido reválidas, ni las hay, ni las habrá. Estamos hablando de una evaluación diagnóstica que se hace a todo el alumnado y se devuelve a cada centro de manera confidencial para conocer fortalezas y debilidades y poder mejorar. Las evaluaciones externas son importantes, pero aún son más potentes las evaluaciones internas de cada centro.

¿Hay que evaluar al profesorado?

-Es fundamental. Yo no creo que la palanca del cambio sea el profesor sino el centro en su conjunto. Este no es un tema de un solista o de un francotirador sino de una orquesta y un ejército bien organizados. El centro tiene que ser eso, para lo cual tiene que sentarse, diagnosticar su funcionamiento, ver dónde están los problemas, buscar las causas y no los síntomas. Y hay que evaluar al profesorado, el profesorado tiene que coger el hábito de autoevaluarse y hay que darle las herramientas para que lo pueda hacer.

¿Son suficientes estos puntos para construir la escuela del futuro?

-No. El documento elaborado por los especialistas contactados por Educación es bueno, pero...

¿Pero?

-Es bueno y necesario pero no suficiente. Estamos en el qué y en el para qué; ahora hay que hablar del cómo y con qué recursos económicos se pretende hacer todo lo que se propone. ¿Cómo se va a subvencionar para que la educación sea realmente gratuita para todo el mundo, al margen de la elección de centro? ¿En qué condiciones se tiene que organizar un centro que recibe subvenciones públicas para que sea justo para todo el mundo? Creo que a todos los centros no se les puede dar por igual. Tiene que haber un mínimo común para todos los centros pero a unos no les vale el café con leche, igual necesitan un café con leche, una magdalena e incluso dos besos cuando, uno cuando llegue y otro cuando se marche.

Ahora el documento llega al Parlamento Vasco. ¿Qué espera de la clase política vasca?

-Les pediría que no sean maximalistas, que lo perfecto está reñido con lo bueno y que tenemos que construir porque nos jugamos mucho.