Bermeo - Los mares y océanos acogen numerosas especies de atunes entre los que destacan el atún de aleta amarilla, el patudo, el atún blanco-bonito del norte y el listado. A juicio de los expertos ninguno de ellos puede compararse con el atún rojo-cimarrón, el auténtico pata negra de los túnidos. “La carne del atún rojo presenta una calidad incomparable. Tiene un sabor especial que le distingue del resto. Es llevarse el mar a la boca” asegura Iurgi Arejita cocinero responsable del restaurante de comida japonesa Ondori Izakaya ubicado en el Happy River Bilbao.
Los mejores ejemplares de atún rojo capturados en las almadrabas de Cádiz, criados en las granjas de engorde o pescados por los buques de pabellón español son adquiridos desde Japón hasta donde son transportados en avión. “El sushi -atún crudo con arroz y vinagre- es una comida habitual para los japoneses y están dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero por los mejores atunes del mundo” explica Arejita tras su periplo por la tierra del sol naciente.
El atún rojo es un auténtico coloso del mar que puede llegar a vivir 40 años y alcanzar un peso de 725 kilos y más de 3 metros de largo. Los cimarrones son grandes nadadores. Un ejemplar marcado por técnicos de Azti y liberado frente a la costa de Zarautz en agosto de 2007 fue recuperado en el Mediterráneo, en la costa de Malta, siete años y medio más tarde. En todo ese tiempo, el atún rojo atravesó el océano Atlántico en dos ocasiones, con el fin de pasar el invierno en la costa norteamericana y el verano en la europea. El cimarrón se dirigió posteriormente al Mediterráneo tras haber alcanzado su edad reproductora y terminó sus días en una granja de engorde en Malta. - R.B.