Bilbao - Con más de 30 años de experiencia profesional y reconocido prestigio, Carmen Miral, navarra de nacimiento y vizcaína de adopción, retoma las riendas de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales Liberales, Mujer Siglo XXI, que ya lideró hace una década. “Me gustan las presidencias colegiadas donde se forma equipo y se reparten funciones para ilusionar a todo el grupo y transmitir esa ilusión al resto de las asociadas”, explica Miral. “Tenemos que ser permisivas con los errores que podamos cometer y ayudarnos a crecer, a sumar esfuerzos y a alegrarnos con los éxitos de nuestras asociadas para estimularnos a ser mujeres 10”, explica sonriente.
Las mujeres ocupamos primera plana informativa por motivos negativos. Esta misma semana: asesinadas, juicio por violación colectiva? ¿Estamos lejos de que ser mujer no sea la noticia?
-Trabajamos para estar presentes en los medios de comunicación por pertenecer a los grupos de poder, a consejos de administración, a las instituciones, por equipararnos laboralmente a los varones y conseguir que en las empresas haya un reconocimiento real de nuestro trabajo. Desde que se constituyó Mujer Siglo XXI, hace ya 21 años, uno de sus objetivos ha sido ayudar y potenciar la figura de la mujer y visibilizar su trabajo en todos los ámbitos sociales.
Existe una Ley de Igualdad desde hace casi una década. ¿Por qué tantos casos evidentes de desigualdad (acoso y asesinatos son solo la punta del iceberg) en nuestra sociedad?
-En los últimos años las estadísticas de casos de malos tratos y acoso se han incrementado porque las mujeres se han empoderado. Cada vez más demuestran su valentía denunciando a sus agresores. No creo que haya más, sino que ahora salen a la luz pública, aunque aún quedan muchos ocultos. El ambiente social ha cambiado y ahora se apoya a las mujeres para que salgan del pozo negro de las violencias machistas, tanto físicas como psíquicas que siendo muy sibilinas minan sus vidas.
Las mujeres son más y sacan notas más altas en el instituto, en la universidad y se doctoran más y mejor. ¿Por qué tienen mayores dificultades en encontrar trabajo?
-Porque hay muchísimas empresas que ven los permisos de maternidad de las mujeres como algo negativo. Aquí no se está consiguiendo la igualdad real; las leyes están bien, pero son pura teoría. El empresario ante una mujer con un currículum maravilloso y un hombre, aunque sea mediocre, se lanza a por éste ante el temor de que ella se embarace.
¿Por qué hay menos mujeres en los puestos de dirección? ¿Por qué ganan menos que los hombres -un 17% menos de media-?. Dicen que desde el pasado 9 de noviembre las mujeres trabajamos gratis?
-Tendría que haber un cambio de chip desde las instituciones para premiar la maternidad y potenciar la conciliación. Que tanto mujeres como hombres puedan compaginar bien la vida familiar con la del trabajo. La conciliación ahora es cosa solo de mujeres. Son ellas las que cuidan no de los niños, de los mayores. Esto va a más en una sociedad envejecida como la nuestra. Las mujeres hacen auténticos malabares para compatibilizar trabajo y vida familiar.
En sanidad y educación son inmensa mayoría las mujeres, pero no en las jefaturas de departamento y menos en los niveles altos de su staff administrativo, ¿Por qué cree que sigue siendo así?
-En la mujer ha habido más tendencia a ocupar puestos en las áreas de medicina, educación, en la abogacía y dentro la magistratura. Últimamente hay más fiscales y magistradas mujeres que hombres. Creo que ha sido por el perfil de las carreras que permiten compaginar mejor la familia y el trabajo. A veces la propia mujer hace sus renuncias. Piensa que no va a poder desempeñar unos puestos de alta dirección y combinarlos con su vida personal y se autoexcluye. De ahí que haya buscado trabajos más “fáciles” para conciliar. En la política, gracias a las cuotas, la presencia de las mujeres en las instituciones está equilibrada. Pero para ser presidenta de un consejo de administración es misión imposible, a no ser que lo hayas heredado.
¿Le ha pillado por sorpresa las denuncias de acoso, abuso y chantaje profesional hacia actrices por empresarios, directores, fotógrafos? ¿Sería imaginable a la inversa?
-No porque era sabido que en ese mundillo se han dado/dan ese tipo de situaciones aunque se hayan silenciado hasta ahora, tal vez porque se habían normalizado. Por eso me parecen muy valientes las actrices que han alzado su voz en defensa de su dignidad. Además son iconos que sirven de referente para otras profesionales. Es el ejemplo claro de que vivimos en un mundo patriarcal.
¿Tiene dificultades específicas una mujer que quiere ser empresaria? ¿Y también para dedicarse a una profesión liberal: abogada, arquitecta, médica? en igualdad de condiciones que un varón?
-Muchas sí. Nuestras asociadas también han sufrido desigualdad de género. En Mujer Siglo XXI predominan las profesionales liberales y en ellas también se producen situaciones de desigualdad.
Dicen que la igualdad salarial se conseguirá hacia 2069, ¿y en el nivel empresarial?
-No lo veo tan claro.
¿Por qué y para qué nació la Asociación Mujer Siglo XXI? ¿Para ayudar, asesorar, apoyarse mutuamente, reivindicar igualdad??
-Nació para el apoyo y ayuda mutua e intercambio de relaciones interempresariales e interprofesionales. El objetivo social es alcanzar puestos en consejos de administración y cargos de alta dirección en los organismos oficiales. Cuando nacimos nos pareció interesante ya que no existían organizaciones así. Además en estos 21 años ha funcionado y hemos logrado bastantes objetivos.
¿Como cuáles?
-Estar presentes en la sociedad vasca que creyó en nuestro proyecto y nos apoyó. También fuimos muy bien acogidas por las instituciones.
A escala más cercana, ¿cuáles son los objetivos concretos que se plantea la asociación para este año?
-Crearemos un consejo asesor de la Junta Directiva con personas de distintos ámbitos del sector empresarial y profesional de reconocido prestigio, algunos hombres que apoyen la presencia de la mujer en puestos de poder. Es fundamental que las mujeres nos asociemos y nos apoyemos en la lucha por la igualdad de oportunidades aún lejana.