Sídney - Decenas de voluntarios trabajan contrarreloj para tratar de salvar a decenas de ballenas que se encuentran varadas en una playa en Nueva Zelanda, a la que llegaron unos 400 de estos mamíferos, pero unos 300 de los cuales ya han fallecido en las últimas horas.

Las ballenas piloto quedaron varadas en una playa en Farewell Spit, en la isla Sur. Decenas de voluntarios y ecologistas de la zona acudieron a la playa tratando de mantener con vida a las ballenas que aún se encontraban con vida, con la esperanza de que algunas de ellas puedan volver al mar con la marea alta.

El Departamento de Conservación informó de que recibió un aviso de que una ballena podía varar hacia las 20:00 horas del jueves y se defendió de las críticas ante la lentitud de la respuesta sosteniendo que no se podía actuar por la noche porque era peligroso debido al elevado número de ballenas. Su personal no llegó a la playa hasta las 5.30 horas del viernes, según el diario New Zealand Herald.

Según explicó un responsable del departamento, aparentemente las ballenas que habían sido reflotadas nadaron en la dirección equivocada por lo que volvieron a quedar encalladas en la arena, por lo que la única esperanza es cuando vuelva a producirse esté la marea alta.

Por su parte, el doctor Stuart Hunter, de la Universidad de Massey, se dispone a viajar a la playa para hacer una necropsia a las ballenas con el fin de tratar de “determinar si hay una razón subyacente por la que un número tan elevado de ballenas vararon y murieron en un lapso tan corto de tiempo”. - Europa Press