Gasteiz - El Instituto Vasco de Estadística-Eustat ha elaborado un protocolo para minimizar las molestias que pueden provocar sus encuestadores entre colectivos como personas mayores, después de una queja presentada ante el Ararteko por el hijo de una anciana.

En mayo de 2015 una mujer de 80 años recibió una serie de llamadas telefónicas en las que de manera “insistente” se le indicaba la obligatoriedad de facilitar una serie de datos relacionados con una encuesta. En la queja ante el Ararteko, un hijo de la anciana explicó que comunicó al Eustat que disculparan a su madre por ser mayor, ante lo cual le fueron requeridos más datos sobre “si vivía sola”, lo que aumentó su “inquietud”.

El instituto oficial de estadística volvió a comunicarse con la mujer para recordarle la obligación legal de cumplimentar el cuestionario requerido, ante lo cual su hijo anunció que su madre no iba a cumplimentarla, por lo que le respondieron que recogían esa negativa en su base de datos.

Ante la queja presentada, el Eustat recordó que la legislación estadística establece que todas las personas se encuentran obligadas a facilitar los datos pedidos, sin establecer excepciones. El Ararteko sugirió al Eustat que promoviera una regulación de causas objetivas para eximir del cumplimiento de la obligación estadística, como la edad. - Efe