berlín - Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, alertó ayer de que en torno a 250 millones de niños crecen en países y regiones con conflictos armados y reclamó nuevos esfuerzos políticos y económicos para salvar a toda una generación. Hoy en día 75 millones de niños no pueden acudir al colegio y sólo el año pasado 16 millones de bebés nacieron en zonas en guerra, tal y como señaló la agencia de la ONU.

En una rueda de prensa en Berlín, Unicef presentó una recopilación de datos que describe la dimensión del drama que afecta a millones de niños. En él resaltó que la complejidad de las emergencias ha aumentado, como los casos de Afganistán, Siria, Yemen o Sudán, y que la cifra de menores que se encuentran en riesgo de sufrir las consecuencias de desastres naturales es aún mayor.

“Debemos impedir que los jóvenes en los lugares de conflicto se conviertan en una generación perdida”, indicó el ministro alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo, Gerd Müller. Como afirma el documento, “nunca desde la Segunda Guerra Mundial han sufrido tantos niños las consecuencias de conflictos, crisis y catástrofes naturales como hoy”.

En todo el mundo hay aproximadamente 75 millones de niños que no pueden asistir al colegio o cuya educación se ve frecuentemente interrumpida. Además, unos cuatro colegios u hospitales son objetivo de ataques cada día.

Por otra parte, Unicef estima que el 20% de los niños afectados por los conflictos en Oriente Medio desarrollará problemas psicológicos de leves a moderados y que entre un 4 y un 3% padecerá problemas graves si no reciben ayuda.

Estos niños necesitan más que agua potable, alimentación y medicamentos, advirtió Unicef para reclamar que se coordine la ayuda humanitaria para proteger a toda esa generación, garantizar su educación y ofrecerle un futuro.

inversión en asia Unicef pidió también más inversión gubernamental en Asia Oriental y Pacífico para acabar con la desigualdad de la región, a pesar del crecimiento económico de los últimos años. Karin Hulshof, directora regional de Unicef, indicó que la desigualdad sigue lastrando las oportunidades de los niños con menos recursos. Pese a que en regiones como Bangkok o Pekín la tasa de escolarización es del 96%, 6,5 millones de niños de la región no acuden a la escuela. “El número de niños sin escolarizar es mayor que toda la población de Singapur o de Nueva Zelanda”, apostilló.