Cuenca. Sergio Morate compareció ayer durante 50 minutos y a puerta cerrada ante el juez instructor del asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo. El único imputado por el asesinato de las dos jóvenes entro y salió del garaje de los juzgados entre los insultos y los gritos de asesino que proferían los familiares de las víctimas. Estos golpearon también varias veces el coche en el que viajaba Morate y, en el tumulto, se rompió el limpiaparabrisas trasero del vehículo. Foto: Efe