BILBAO. Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado esta mañana a Gasteiz en tren, han desfilado por la capital vizcaína en sus carrozas y han recuperado en la capital donostiarra su más tradicional medio de transporte, los camellos, uno de los cuales ha tirado en dos ocasiones a uno de los reyes.
Sus Majestades de Oriente han llegado a Bilbao en la cabalgata más larga de las organizadas hasta ahora en esta villa, ya que ha contado con diez carrozas, dos más que el pasado año.
Se han visto ayudados por un séquito de unas 275 personas -hace un año fueron 150-, entre actores, técnicos, voluntarios, personal de seguridad, de organización y de limpieza, bomberos y policías municipales.
Los Reyes Magos han saludado a los niños desde los sillones giratorios de sus carrozas, cada una de las cuales irradiaba 12.000 vatios de luz y 4.000 de sonido.
Los ayudantes reales han ambientado el cortejo con el lanzamiento de 15 kilos de confeti biodegradable y 3,5 toneladas de caramelos sin gluten. Por motivos de seguridad, para evitar aglomeraciones en busca de los dulces, los caramelos han sido repartidos por la última carroza.
Tras recorrer la Gran Vía bilbaína, Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado al ayuntamiento, donde han sido recibidos por el alcalde, Juan Mari Aburto, y desde donde han expresado su tradicional mensaje de paz.
En Donostia, tras cuatro años usando diferentes transportes, los Reyes Magos han vuelto a utilizar hoy los camellos en su llegada a esta ciudad.
Lo que han hecho por primera vez ha sido pisar la arena de la playa de La Zurriola, ya que hasta ahora habían optado por la más céntrica de La Concha para su arribada.
En la playa de los "surfistas", el camello de Melchor ha tirado al mago al suelo, sin mayores consecuencias, aunque parece que el animal hoy estaba juguetón y ha vuelto a gastarle la misma broma cuando se encontraban ya en los jardines de Alderdi Eder.
Tras recibir en la jaima instalada en el Ayuntamiento a cientos de niños donostiarras, muchos de ellos con su carta en la mano, los Reyes han acudido a la cabalgata, que ha partido del Boulevard pasadas las seis de la tarde.
Los más pequeños esperaban entusiasmados en las aceras de las calles del centro de la ciudad el paso del cortejo, durante el cual se han repartido 2.000 kilos de caramelos, todos aptos para celíacos como viene siendo habitual en los últimos años.
Un total de 592 personas han participado en este desfile, entre ellos "trikitilaris", "txarangas" y bomberos, además del numeroso séquito de sus majestades. Tampoco han faltado los animales.
Una "fantasía de candelabros" ha sido el motivo que ha decorado este año la carroza de Melchor, la de Gaspar hacía referencia a Egipto y el dios Abunis, mientras que la de Baltasar ha contado con un enorme gorila como elemento principal.
Los niños vitorianos han tenido la oportunidad de ver a los Reyes Magos mucho antes de la tradicional cabalgata ya que Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado a la capital alavesa a media mañana.
La plaza de la Estación, la calle Dato y la plaza Nueva se han llenado de miles de niños y padres, que han rivalizado en vítores con sus hijos a la hora de dar la bienvenida a sus majestades.
Como es habitual los Reyes Magos han escogido el tren para acercarse a Gasteiz y se han vivido momentos de nervios y expectación antes de que salieran de la estación y se dejaran ver por primera vez.
Los gritos de alegría, los aplausos y los saludos han sido respondidos por sus majestades, que no se han cansado de repartir sonrisas tanto durante el recorrido hasta el Ayuntamiento como en la balconada de la casa consistorial, desde donde han saludado a la multitud.
Se espera que también sean miles los vitorianos que a partir de las siete de tarde jalonen el recorrido de la cabalgata, que partirá de la Plaza Bilbao y concluirá en la avenida Gasteiz tras un trayecto de tres kilómetros.