Vitoria. El Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Vitoria, en Armentia, ha dejado de recoger animales abandonados y perdidos de cualquier parte del territorio ajeno a su término municipal. Se vulnera de este modo el convenio vigente entre el Consistorio y la Diputación mediante el cual Vitoria asume la custodia de estos animales, muchos de ellos sin chip identificativo, lo que supone que los gastos de la recogida recaen en la Administración municipal.

NOTICIAS DE ÁLAVA ha contrastado con diferentes fuentes la realidad de esta situación. En Armentia, dicen, no se admiten gatos abandonados fuera de Vitoria desde hace cuatro meses, y hace ya casi dos semanas que tampoco se acogen animales de otras especies, que en la inmensa mayoría de los casos son perros. Una llamada a la propia perrera confirmaba ayer los hechos. Lo primero que se preguntaba desde el centro municipal es dónde ha aparecido el animal, y a continuación se remitía a la persona que desea entregarlo al Departamento de Agricultura de la Diputación.

La situación se produce medio año después de que el diputado de Agricultura, Borja Monje, y la concejala de Medio Ambiente vitoriana, Idoia Garmendia, renovaran el convenio mediante el cual "el Ayuntamiento de Vitoria se compromete a realizar con sus propios medios la recogida de animales vagabundos" hallados en todos los términos municipales del territorio salvo Amurrio y Llodio, que cuentan con sus propios servicios de protección animal. En la propia web del CPA de Armentia se recuerda que "su ámbito de actuación comprende además de la capital gasteiztarra toda la provincia de Álava", y así ha sido efectivamente desde hace más de veinte años y hasta este mismo ejercicio.

La denegación de la acogida a los animales abandonados fuera de Gasteiz supone la vulneración del artículo 15 de la Ley Vasca de Protección Animal, según el cual "corresponderá a los ayuntamientos y departamentos competentes de las diputaciones forales la recogida de los animales abandonados y de aquellos que, aun portando su identificación, vaguen libremente sin el control de sus poseedores, reteniéndolos hasta que sean recuperados, cedidos o sacrificados".

En virtud de esta norma, y del convenio vigente entre el Consistorio y la Diputación, en Armentia se debe dar cabida a todo tipo de animales. Sin embargo, son sobre todo gatos, y especialmente perros de caza, los que más a menudo son abandonados por sus dueños, en este último caso por no servir ya para el cometido para el que fueron criados o por no satisfacer las expectativas de sus propietarios. La falta de control en la mayoría de los ayuntamientos del territorio, que no exigen la implantación de un microchip identificativo a los animales de compañía que evitaría este tipo de prácticas, alimenta el fenómeno.