BERLÍN. El 5 de julio de 1996 es para muchos investigadores la fecha de inicio de la era de la clonación. Este día nació en Escocia una oveja, que ingresó en los libros de historia como "Dolly", el primer clon de un mamífero adulto.

Pero "Dolly" era enfermiza, tuvo una vida relativamente corta para una oveja y murió hace diez años, el 14 de febrero de 2003. En la actualidad este ejemplar está expuesto disecado en una vitrina de vidrio en el Royal Museum de Edimburgo.

El nacimiento de la oveja clonada desató en todo el mundo una discusión sobre la ética en la ciencia. Es que los investigadores encabezados por Ian Wilmut, del Instituto Roslin, cerca de Edimburgo, lograron obtener una copia exacta de un mamífero.

Para la creación del primer mamífero sin un padre biológico, los científicos extrajeron de un óvulo el núcleo, que contiene la información genética. En su lugar introdujeron el núcleo de una célula de la ubre de una oveja.

El óvulo fue luego estimulado para que se divida e implantado en el útero de una oveja, que sirvió como "madre de alquiler". Para muchas personas parecía claro que se había abierto la puerta a la posibilidad de la clonación del ser humano, algo que sólo era cuestión de tiempo. Sin embargo, esto no se hizo realidad hasta hoy.

En tanto, después de "Dolly" se logró un verdadero zoológico de animales clonados, como caballos, cabras, cerdos, ratones, perros, entre otros. La ganadería aplica esta técnica para realizar copias de ejemplares valiosos de ganado.

Desde hace muchos años, científicos trabajan también en la clonación para su aplicación en la medicina.

El genoma es modificado para otorgarle al clon nuevas características: crecimiento acelerado, resistencia contra patógenos, leche sin lactosa, animales que producen medicamentos presentes en su leche, entre otros. La lista es larga y ya se consiguieron los primeros éxitos.

La clonación también es importante en otros campos terapéuticos. Por un lado se busca crear animales, por ejemplo cerdos, cuyos órganos puedan ser usados para trasplantes en seres humanos. Otro objetivo es obtener modelos animales para enfermedades del hombre.

Científicos alemanes crearon un modelo de cerdo para la diabetes y la fibrosis quística. Se espera que con estos animales se puedan obtener pronósticos confiables acerca de la eficacia de un determinado tratamiento en el ser humano.

Lo más controvertido es la clonación terapéutica, que se aplica para obtener tejidos de reemplazo o para ser trasplantados en pacientes. La técnica consiste en quitar el núcleo de óvulos donados por mujeres e introducirles el material genético de otras células del cuerpo.

Luego, el óvulo se coloca en un medio adecuado hasta que se forma un embrión, del cual se obtienen células madre, es decir células capaces de diferenciarse en cualquier tipo de tejido.

Sin embargo, en este procedimiento se destruye el embrión. El principal objetivo es la producción de células "a medida" del paciente, para el tratamiento de una enfermedad determinada.

Esta técnica se encuentra aún en el estadio de investigación y no está permitida en todos los países. Bajo estrictas reglas está autorizada en Reino Unido. Pero el tono de la controversia alrededor de esta técnica bajó un poco, luego de que expertos lograran reprogramar células adultas y llevarlas de nuevo a un estadio embrionario. Las células madre así obtenidas se denominan células pluripotenciales inducidas (iPS). De esta manera, se evita tener que crear un embrión para destruirlo con el fin de obtener las preciadas células madre embrionarias.

También sigue habiendo problemas sin resolver en la clonación reproductiva de animales, es decir en la creación de una copia idéntica de un individuo.

La obtención de un animal clonado está precedida de una enorme cantidad de embriones que no prosperaron, lo que hace muy cara la clonación. Además, los animales clonados nacen con frecuencia con malformaciones y a edades tempranas sufren enfermedades típicas de edades avanzadas.

"Dolly" murió en febrero de 2003 con sólo seis años, cuando la expectativa de vida promedio para una oveja es de entre diez y 12 años. La oveja más famosa del mundo ya manifestaba con poca edad enfermedades propias de la vejez y sus cromosomas presentaban signos anómalos.

Se sabe que con la edad se producen mutaciones en el ADN, el material genéticos de las células.

En la producción de espermatozoidos y óvulos la hora genética del ADN se vuelve a poner en cero. Pero esto no era el caso de "Dolly".

Ella fue creada a partir de una célula de la ubre de una oveja de seis años de edad.