Bilbao.Una de cada tres diócesis españolas tiene un exorcista oficial. No esel caso del País Vasco donde en la actualidad no existe esta figura nien Bilbao, ni en Donostia, ni Gasteiz, aunque sí confirman laexistencia de un exorcista en Iruñea. No apto para escépticos del Bieny del Mal, la figura del exorcista, aunque de forma velada, siguepresente en el organigrama de la institución de la Iglesia católicaporque la doctrina oficial admite que el diablo puede poseer las almas.
Aunquea la Iglesia no le gusta admitir que el exorcismo es una prácticareconocida en su seno, en España existen al menos una veintena dediócesis -sobre un total de 69, sin contar el Arzobispado castrense-donde hay nombrados exorcistas. Desde Iruñea se señala que oficialmentehay un sacerdote, ya jubilado, encargado, pero "en la práctica,-señalan-, no se llevan a cabo".
Eneste momento, Bilbao, Donostia y Gasteiz tampoco cuentan con exorcista.Simplemente se funciona pidiendo permiso al obispo para que autorice elsacramental o se actúa remitiendo a la persona afectada a otrasdiócesis. De hecho, en Donostia, desde el propio obispado se afirma quehabía uno hasta el año pasado que falleció. En medio del sigilo yreserva oficiales, Antonio Doñoro, sacerdote de la diócesis de Madrid,licenciado en Teología Litúrgica y autor de Exorcismos. Fuentes y teología del Ritual de 1952, confirmaa DEIA que en la década de los 80 y los 90 sí había en el obispado deBilbao un sacerdote encargado de estas prácticas. "Al menos fue lo quea mí me dijeron desde la Vicaría General", afirma.
Lamayor parte de los casos de toda España son atendidos en las diócesismadrileñas. "Creo que muchos piensan que la acción extraordinaria delMaligno es pequeña. Pero, en mi opinión, no es tan escasa. El exorcismoes un oficio de caridad de la Iglesia, y tenemos que dar respuesta aesta necesidad", explica Doñoro.
También en Madrid, ejerce el sacerdote José Antonio Fortea, un exorcista reconocido, quien admite en su libro Memorias de un exorcistaque es Galicia, comunidad donde la magia está muy extendida, donde seproducen más posesiones. "Porque el diablo posee, fundamentalmente, aquienes están abiertos al mal o a quienes practican espiritismo".Fortea advierte de que "las grandes ciudades promueven tipos deesoterismo muy peligrosos", y constata que en general, hay pocosexorcistas, puesto que se trata de "un ministerio consideradoexcepcional".
Los síntomas de los pacientesdel padre Fortea son cambio de voz, convulsiones, trances, gritosblasfemos, utilización de lenguas no conocidas por el poseído oaversión a lo sagrado. El tratamiento pasa por rezos yllamamientos al demonio para que salga del poseído. Las sesionesnormalmente duran entre media hora y tres horas y, aunque hay casos quese resuelven con una visita, otros se prolongan durante meses.
Tambiéncuenta con exorcista, el obispado de Cartagena-Murcia. En opinión de sutitular, el padre Salvador Hernández Ramón, "para evitar que nos poseanlos demonios, nada mejor que oración, rezar el Rosario, llenar deimágenes cristianas las casas, y encomendarse a San Pío Pieltrecina yJuan Pablo II, cosa que le molesta mucho a los diablos". Este sacerdoteprofetiza sobre los signos de una posesión . "Fuerza descomunal,dilatación de pupilas, cosas antinaturales, hablar en lenguasdesconocidas… básicamente lo que todos vimos en el clásico del Exorcista", asegura con claridad de ideas.
Benedicto XVI, en la lista
El exorcista del Vaticano
Elpadre Amorth es el referente mundial en exorcismos y quien reabreperiódicamente el debate sobre las posesiones diabólicas. Convencido deque Hitler o Stalin estaban poseídos, en El último exorcismo - Mi lucha contra Satán,el padre Amorth cuenta cómo en mayo de 2009 el papa Benedicto XVIexorcizó a dos italianos poseídos en una de sus audiencias semanales,que tienen lugar todos los miércoles en la plaza de San Pedro delVaticano.
En 1999, cuando se promulgóel nuevo ritual de exorcismos, el exorcista de Roma y el más célebredel mundo, Amorth, criticó su ineficacia en comparación con el ritualanterior, cuya última edición es de 1952, pero con oraciones de unaantigüedad secular.
Y es que en la práctica, la lucha contra el mal se sigue llevando a cabo. José María Zavala, autor de Así se vence al demonio. Hablan los poseídos. Hablan los exorcistas,lleva camino de convertirse en un superventas entre los librosreligiosos. En este libro cuenta, por ejemplo, la historia de unempresario de 41 años que estuvo poseído por Satanás y quedó liberado yque rompe su silencio convencido de que su impactante testimonioayudará a muchas almas a acercarse a Dios. También relata las vivenciasde Yolanda que se infectó practicando espiritismo.
Convencidode que el demonio puede colarse por muchas rendijas, Zavala señala que,desde que el libro salió a la venta, ha recibido docenas de correos depersonas que sufren las acometidas del Maligno, "de almas que reclamanlas bendiciones de un sacerdote", afirma.