La alimentación, la talla, el peso y la actividad que realiza una persona; todo se puede controlar gracias a un nuevo sitio web, la calculadora nutricional, que ponen en marcha varias sociedades médicas y científicas.

La calculadora registra los datos nutricionales, el peso y la actividad física que le introduce el usuario, y en función de esos datos ofrece unas pautas nutricionales personalizadas, como si se tratara de un nutricionista. La iniciativa parte del Foro de Regulación Intestinal, que reúne a la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).

El nuevo instrumento virtual responde a dos tendencias de la sociedad actual: la creciente sensibilización por los hábitos saludables y la también creciente utilización de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana. Según sus promotores, la iniciativa permitirá a sus usuarios llevar un control más preciso de su alimentación y puede también ayudar a los nutricionistas porque facilita su labor al permitir monitorizar los datos alimentarios de sus pacientes. La calculadora, la única en español, registra la composición de los nutrientes básicos de la dieta de manera individual, especialmente en lo que se refiere a su contenido en fibra, pero también calcula la energía, proteínas, lípidos, carbohidratos y el colesterol y el Índice de Masa Corporal (IMC) y determina si el peso es el adecuado.

El doctor Alberto Sacristán, miembro del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y uno de los especialistas involucrados en el proyecto, subraya que el sedentarismo y el abandono de la dieta mediterránea, rica en fibra, pueden ocasionar problemas de estreñimiento.

Dieta mediterránea Precisamente, un estudio publicado recientemente sobre una muestra de casi 1.600 mujeres en Francia, revela que las mujeres que siguen la dieta mediterránea tienen una menor tendencia a padecer de enfermedades cardiovasculares. La dieta mediterránea se caracteriza por el elevado consumo de hidratos de carbono, polisacáridos, vitamina B6, magnesio, potasio y fibra, entre otros nutrientes.

Sin embargo, el consumo real de fibra de la población española está entre los 15 y los 20 gramos diarios, una cifra que está muy por debajo de los 38 diarios recomendados para los hombres y los 25 recomendados en mujeres, según datos de la Sedca. Este consumo reducido de fibra en España se agudiza además en determinadas comunidades, según un estudio nutricional elaborado por la profesora Titular de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, Ángeles Carbajal. De esos datos se desprende que Asturias, Galicia y Navarra son las comunidades autónomas con la población menos propensa a padecer problemas derivados de una mala regulación intestinal, mientras que la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares las más expuestas a ellos.

Falta de fibra Entre los efectos perniciosos de la falta de fibra en la dieta, el doctor Alberto Sacristán menciona el estreñimiento, el cáncer de colon, enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes, entre otros, por lo que el especialista recomienda su consumo.

A esos datos nutricionales se une otro también decisivo para la salud de las personas, la ingesta de colesterol, y según el estudio de la profesora Ángeles Carbajal durante los últimos treinta años supera en España los niveles recomendados por los nutricionistas, según el estudio realizado por la profesora Ángeles Carbajal.