ZARAGOZA. El torero Juan José Padilla aseguró ayer a sus allegados que volverá a torear, "aunque sea con un parche en el ojo". Según explicó ayer su apoderado, Diego Robles, los médicos informaron al torero jerezano, que estaba acompañado por su esposa, el diagnóstico de la parálisis facial del lado izquierdo y la posible pérdida de visión del ojo del mismo lado. Este último resultado se confirmará en un plazo aproximado de 48 horas. Asimismo, los médicos expresaron al torero la posibilidad de que, pasado el tiempo, cicatrizadas las heridas y soldadas las fracturas sufridas, podría someterse a algún tipo de tratamiento para recuperar movilidad en la zona afectada. Consciente del alcance de la cornada, Padilla rectificó en su determinación de volver a torear y pidió a sus apoderados que no anulen ninguno de los contratos que tiene firmados en países americanos para noviembre.
El torero sigue ingresado en la UCI del hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde ha ido recibiendo la visita de un buen número de compañeros y amigos, quienes lo encuentran con fuerza y ánimo. "Hay Padilla para rato", fue la frase que más repitió durante toda la mañana de ayer. El diestro de Jerez, al que se le redujo la sedación, no tuvo fiebre en ningún momento, lo que aleja la posibilidad de una temida infección en la tremenda herida que le infirió un toro de Ana Romero.
Los médicos contemplan la posibilidad de que sea trasladado a planta en unas 48 horas. "Está bastante mejor. Nunca ha perdido el ánimo desde que ocurrió el percance, pero ahora además se le nota infinitamente más fuerte, con la vitalidad que le caracteriza", explicó Robles, expectante del resultado médico sobre el ojo. "Es importante tener presentes los grandes avances médicos que hay en este campo. Ya nos han advertido que el nervio óptico está dañado, pero nada hay perdido definitivamente. Hay que seguir confiando en las nuevas técnicas. Los médicos, desde luego, lo están haciendo fenomenal", dijo el apoderado.