Bilbao. La vinculación del consejero de Sanidad y Consumo, Rafael Bengoa, y el viceconsejero Jesús María Fernández al nuevo gerente de Osatek, José Julián Isturitz, se remonta al menos a hace 14 años, y no a principios de febrero, cuando este último fue contratado por los anteriores para dirigir la empresa pública. Más que vinculación, la suya es una historia de oportunidad empresarial, ya que Isturitz, desde su cargo al frente de las Emergencias de Canarias, adjudicó en 1997 un sustancioso contrato a la empresa que Bengoa y Fernández constituyeron en Gasteiz ese mismo año. El contrato, el primero o entre los primeros a los que accedió la entonces neófita B&F Gestión y Salud, proporcionó a la firma de los actuales responsables de la Sanidad pública vasca la nada desdeñable cifra de 264.085 euros. Años después, el tribunal de cuentas públicas de Canarias dictaminó que ese contrato presentaba deficiencias, dentro del cúmulo de irregularidades que detectó en el proceder de la empresa pública dirigida por Isturitz entre 1997 y 1999.
Estos datos, recogidos en el informe que aún hoy refleja la página web de la Audiencia de Cuentas de Canarias (el equivalente al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas), certifican una vinculación que 14 años después ha culminado con la contratación por parte de Bengoa y Fernández de José Julián Isturitz para dirigir la empresa pública Osatek. Este organismo esta encargado, entre otros cometidos, del proyecto estrella del Departamento de Sanidad, la plataforma multicanal Osarean, que pretende implantar la atención al paciente a través del teléfono e Internet.
Durante su comparecencia en el Parlamento vasco a petición del grupo del PNV, el consejero Bengoa defendió ayer a capa y espada la profesionalidad de Isturitz. De él señaló que es "un profesional experimentado de la gestión sanitaria pública y que ha sido seleccionado para puestos públicos en varias ocasiones por consultoras externas". También resaltó que no le consta que Isturitz haya recibido "sanción o expediente alguno".
Sin embargo, pasó por alto el informe de fiscalización del tribunal de cuentas públicas de la Comunidad Canaria que apuntaba directamente a las irregularidades detectadas en la empresa pública gestionada a finales de los años noventa por Isturitz.
empresa de bengoa y fernández En este sentido, la parlamentaria del PNV Eider Mendoza, que fue quien pidió la comparecencia del consejero, recordó ayer que, a diferencia de este caso, Bengoa utiliza "como una biblia" los informes del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP), en una indisimulada referencia al llamado caso Margüello. Las "irregularidades" detectadas por el TVCP en dicho caso son la piedra angular sobre las que actual Departamento de Sanidad fundamenta su acusación de "trama" a las contrataciones realizadas cuando el nacionalista Gabriel Inclán era consejero. Uno de los expedientes analizados y en el que encontró deficiencias fue la adjudicación de un contrato a una empresa de Gasteiz, que, resalta el informe de la Audiencia, "se constituyó el 5 de mayo de 1997, mismo año y mismo mes de elaboración de las bases de la convocatoria".
La empresa adjudicataria es, precisamente, B&F Gestión y Salud, constituida a partes iguales por los entonces socios Bengoa y Fernández, hoy máximos responsables de la Sanidad pública vasca. Dicha firma, recién creada, acabó haciéndose con la adjudicación de un "estudio sobre el diagnóstico de situación y estrategias de futuro del Servicio Canario de Salud", eso sí, sin que "conste" la disposición de "la gerencia (esto es, José Julián Isturitz) por la que se convoca la concurrencia".