vitoria. La caída en picado de la representación de CCOO en el ámbito de la enseñanza, que tras las elecciones celebradas el pasado mes de febrero ha pasado de ser la primera a la cuarta fuerza sindical por detrás de LAB, ELA y STEE-EILAS, ha sumido a la central en una profunda reflexión. El sindicato admite que los resultados obtenidos en este sector han sido "muy negativos" y culpa, en parte, al "desembarco" en el Departamento de Educación de personas que habían sido "destacados miembros" en la central.

Así se recoge en el último boletín publicado por CCOO Irakaskuntza, que responsabiliza a quien fuera su secretario general, Javier Nogales, del desastre en el que se ha visto sumida esta organización. Quien hasta ahora lideraba la acción sindical en materia de enseñanza, con un fuerte respaldo por parte del profesorado y del personal laboral, fue fichado por Isabel Celaá como jefe de gabinete cuando ésta asumió las riendas de la consejería de Educación. Desde entonces, Nogales ha aparcado las pancartas para convertirse en la mano derecha y fiel colaborador de la consejera.

Pero no ha sido la única persona que decidió abandonar el barco para alinearse con el Ejecutivo vasco. La actual viceconsejera de Educación, Marisol Esteban, también está vinculada a CCOO. Igualmente, el jefe de prensa del Departamento de Educación, Ricardo Arana, fue responsable del área de comunicación confederal de este sindicato en Euskadi.

Según CCOO Irakaskuntza, estas decisiones han provocado que se vea al sindicato "como correa de transmisión de la política del Departamento". "Tanto las hojas informativas a la afiliación y a los centros, como las notas de prensa y los artículos de opinión no han manifestado con suficiente rotundidad nuestra independencia" del área de Educación. Añade, además, que esta circunstancia ha sido aprovechada por los demás sindicatos para obtener un rendimiento electoral "culpando a CCOO Irakaskuntza de actuaciones imputables exclusivamente al Gobierno".

Lo cierto es que este sindicato, junto con UGT, fue el único que dio el respaldo al Departamento de Educación a la hora de firmar un convenio colectivo que fue duramente criticado por el sector, porque entre otras cuestiones incluía un fuerte retroceso en el sistema que se utiliza para cubrir las sustituciones del profesorado -en Secundaria no se responden a las bajas hasta pasados cinco días-.

Las centrales abertzales aseguran que la presencia de Nogales en el Gobierno Vasco ha sido un factor decisivo a la hora de que CCOO haya dado su apoyo al documento. El sindicato, por su parte, no entra a valorar esta cuestión, pero sí que reconoce que les ha fallado la estrategia de comunicación a la hora de trasladar al profesorado las "fortalezas" de este convenio. "El acuerdo regulador firmado con la Administración no es la causa de la actitud cicatera del Departamento a la hora de cubrir las sustituciones, y de hecho, nosotros en cada reunión, en cada foro de participación, hemos exigido a los responsables de Educación que rectificaran su postura", aseguran. Igualmente, tampoco se sienten responsables de las medidas de recorte aprobadas por el Ejecutivo socialista, que han incidido sobre las condiciones económicas de los docentes. La central asume que ha recibido "el mensaje de castigo" a su acción sindical por parte del profesorado. No en vano, ha perdido hasta 16 delegados en la enseñanza y su tradicional fuerza hegemónica en el sector. Por este motivo asegura que ha iniciado un proceso de reflexión para determinar un "cambio de rumbo" que se traducirá, probablemente, en hacer más visible su distanciamiento con el equipo que dirige Isabel Celaá. Así, anuncian que próximamente convocarán a sus afiliados en asambleas para escuchar sus opiniones al respecto.