MADRID. La mayoría de los pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio deberían recuperar, a los 15 o 30 días, una actividad sexual similar a la que mantenían antes del episodio cardiovscular.
Según el doctor José María Maroto, jefe de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el sexo tras una cardiopatía es recomendable para el corazón, tanto por el ejercicio realizado, como por su efecto para la recuperación de la autoestima y la vida normal.
Aproximadamente, la mitad de los pacientes cardiópatas llegan a padecer algún problema sexual, han informado la Fundación Española del Corazón y la Sociedad Española de Cardiología en un comunicado conjunto.
En un estudio realizado en el Hospital Ramón y Cajal en 421 pacientes con infarto de miocardio y edad media de 56 años, la incidencia de disfunción eréctil es del 52 por ciento.
En las mujeres con cardiopatía isquémica la disfunción sexual se presenta aún en porcentajes mayores y el tratamiento es bastante más complejo.
Los programas de rehabilitación cardíaca, con actuaciones a nivel físico y psicológico, facilitan el control de los trastornos sexuales.
Los expertos recomiendan que, en general, tras quince días o un mes de haber sufrido un infarto, se debe reanudar la actividad sexual poco a poco hasta normalizarla.
No obstante, si se sigue un tratamiento con inhibidores de la fosfodieterasa-5 con el fin de solucionar la disfunción eréctil es preferible esperar de seis a ocho semanas, tras un estudio cardiológico que descarte contraindicaciones.