vitoria. "Cuando es un agente el que insulta o humilla a un superior, el sistema punitivo funciona a las mil maravillas, pero si es a la inversa no sucede nada". Los portavoces del Sindicato Independiente de la Policía Vasca, ErNE, explicaron ayer de esta manera que en la Policía Municipal de Vitoria proliferan las denuncias de "vejaciones y faltas de respeto entre compañeros sin que pase nada". Cuando se dan estas circunstancias, es decir, cuando los desprecios emanan del superior y recaen sobre el subordinado, aseguraron que "se revisten con las mejores galas, pero al final se sobresee y se archiva la causa". "Para más inri, al subordinado, vejado y despreciado verbalmente, se le vuelve a colocar en la misma unidad bajo el mismo responsable de la humillación", agregaron.

Según los representantes de ErNE, el sistema disciplinario en la función pública de Vitoria funciona correctamente "de arriba hacia abajo, pero no al revés". "Se conoce que al contrario la pirámide se resentiría, aunque igual es necesario que se resienta para airear los aposentos de esta casa", declararon.

También hubo reproches para el comisario de la Policía Municipal de Vitoria, José Antonio Vicho, y para el director de Seguridad Ciudadana, Pedro Anitua, a quienes los miembros de Erne acusaron de negarse a recibirles. "Llevamos dos semanas intentando en vano hablar con el comisario jefe con la única intención de dialogar. Él se debe a sus policías municipales en el más amplio sentido de la palabra y se dedica a darnos largas", censuraron. En cuanto a Anitua, explicaron que "tampoco se queda corto", ya que "no le tiembla la mano para iniciar posibles sanciones futuras, pero después de varias llamadas telefónicas por nuestra parte sigue sin contestar".