Vitoria. Los vecinos de la Llanada viven con miedo e incertidumbre, ya que cada vez que alguno de ellos precisa de atención sanitaria urgente no saben si la van a poder recibir. Sus esfuerzos para que Osakidetza amplíe los recursos asistenciales destinados a la zona han sido en vano. No han recibido una solución a sus demandas, "tan sólo buenas palabras". Por ello, este mismo jueves acudirán al Ararteko, institución a la que harán entrega de las más de 400 firmas que han recogido durante los últimos meses.
Por el momento, tan sólo una ambulancia abastece a toda la cuadrilla de Agurain, donde según el censo residen cerca de 11.500 habitantes. Tampoco la gran extensión de la comarca -397 kilómetros cuadrados- parecen ser motivo suficiente para aumentar los medios y efectivos de emergencia sanitaria. Al menos así lo cree el Departamento vasco de Sanidad, que de momento no tiene intención de intervenir en la comarca, a juzgar por el silencio que han demostrado sus dirigentes. "También a ellos les haremos llegar las firmas", asegura Kepa Gordo, vecino de Araia y miembro de Protección Civil, que hará entrega personalmente de los apoyos recogidos ante la delegación territorial de Álava.
Quienes residen en este pueblo todavía tienen el susto metido en el cuerpo después de lo ocurrido a Odei, un niño de cuatro años que sufrió un desvanecimiento repentino el pasado 13 de noviembre y que no pudo recibir más que la ayuda de las empleadas de la farmacia. Fueron minutos de angustia para la madre, ya que tras contactar con el 112 para que enviaran una ambulancia a Araia, la sala de coordinación de emergencias le comunicó que el médico de guardia se encontraba con otro paciente y que no podía acudir. Al final fue la propia madre la que se tuvo que desplazar hasta Agurain, a 9,5 kilómetros de distancia, para que su hijo fuera debidamente atendido por un facultativo. Finalmente todo quedó en un susto, pero no siempre ha sido así. Hace cinco años un bebé de siete meses perdió la vida por la simple razón de que la ambulancia no llegó a tiempo.
Por todo ello, desde la Llanada siguen insistiendo en dotar a la comarca de al menos una ambulancia más y evitar así apuros innecesarios. La demanda llegó a finales de noviembre incluso al Parlamento Vasco, ya que algunos grupos políticos mostraron interés por el desafortunado incidente en el que se vio implicado este niño de cuatro años. "Nos dijeron que iban a hacer un estudio, pero no ha habido ningún movimiento desde entonces", explica Gordo. De hecho, los vecinos han puesto distintas alternativas sobre la mesa, incluso la de llegar a un acuerdo con un municipio cercano como Alsasua para poder disponer de sus recursos cuando resulte necesario. "Ya lo hacen con los Bomberos, pues que lo hagan también con las ambulancias", añade.
Coche oficial de Zarrabeitia De la realidad en la que está inmersa la cuadrilla de Agurain ha sido testigo de forma casual el diputado foral de Obras Públicas y Transportes, Luis Zarrabeitia, que durante las nevadas del pasado mes de enero se vio implicado de forma indirecta en un accidente múltiple con cinco heridos en la N-I. "Él mismo se dio cuenta de que faltaban ambulancias", relata Gordo. En vista de las circunstancias y de que algunos de los heridos no podían ser atendidos, prestó su coche oficial para que fueran trasladados al Hospital Txagorritxu.
El acto de entrega de firmas de este jueves ante el Ararteko y la Delegación territorial de Salud es otra forma más que tienen los vecinos de la comarca para presionar ante una situación que se hace difícil de sobrellevar. Así las cosas, piden a la Administración que actúe de forma inmediata.