El poker apenas tiene secretos para Mikel Díez, un gasteiztarra de 27 años que ha convertido a este popular juego de naipes, versión on-line, en su profesión y única fuente de ingresos durante los últimos tres años. Además, prácticamente por casualidad. Un buen día, en Lisboa, Mikel no pudo reprimir su curiosidad al descubrir que un amigo francés portaba entre sus enseres unos apuntes sobre poker. Ambos se encontraban en la capital portuguesa participando en un torneo de Magic: The Gathering, un juego de estrategia extendido a nivel mundial en el que también se utilizan cartas, aunque caracterizadas por su colorido diseño. La fama del poker, todavía, no había alcanzado las cotas actuales en el Estado a diferencia de otros países europeos.

Y allí llegó la sugerencia. "Entonces, él me dijo que jugaba y que se sacaba un dinerillo extra. Y que si yo lo intentaba, también podría ganar. Así que le di una oportunidad y salió muy bien", recuerda el joven. No se equivocó su amigo. Poco tiempo después, los estudios de Ingeniería Informática de Gestión que Mikel estaba desarrollando en Vitoria terminaron por atragantársele. "Me faltaban ganas", rememora ahora. A partir de entonces, Mikel comenzó su verdadera relación con el poker. No con ese juego "a la vieja usanza" en el que se emplean cinco cartas, sino con el Texas Hold"em que ahora causa furor en los casinos de medio mundo: dos cartas para cada jugador y otras cinco comunitarias sobre la mesa con las que lograr la mejor combinación.

Tras unos meses de aprendizaje, de hacerse con todos los software necesarios, leer mucho vía Internet y prepararse sin ganar ni perder dinero, Mikel comenzó a engordar sus arcas y a tomárselo "un poco más en serio". A partir de ahí, "más tiempo, llevar una cierta disciplina de horas y hacerlo lo mejor posible". Pronto llegaron los resultados, una media de 3.000 dólares de ganancia al mes, y eso que Mikel presume de no haber invertido nunca más de cinco horas diarias en las mesas virtuales.

No todo el mundo vale para esto. "La suerte no influye, porque son demasiadas manos. Se trata de tener un poco de cabeza, porque se está jugando con dinero", sintetiza.

¿Estrategia, azar, cálculo, psicología? Sólo Mikel tiene la receta. Una fórmula que le ha reportado ganancias aproximadas a los 100.000 dólares en 36 meses. Hagan cálculos... Lo máximo que ha ganado de una tacada prefiere no decirlo, "pero es mucho". En todo este tiempo, apenas ha tenido meses en negativo. Este pasado enero, en el que acumuló una pérdida de 300 euros, fue una excepción. En lo que va de febrero, ya suma una ganancia cercana a los 1.000.

Su habilidad le ha permitido "no trabajar nunca", aunque recientemente ha retomado los estudios universitarios porque no quiere que su vida se base en el poker. Si aprieta, podrá finiquitar la carrera en un año y medio. "Con el paso del tiempo se me ha hecho más aburrido, llevo menos ilusión. Pensaba que esto me iba a durar más...". Pese al estancamiento del mercado laboral como consecuencia de la crisis, Mikel no se siente un privilegiado por la facilidad con la que gana dinero. "Al fin y al cabo no tengo nada fijo. Además, me lo he gastado todo invirtiendo en mí", se excusa. Viajes a medio mundo, ropa, ocio...

Mikel todavía comparte vida con sus padres, a los que "no les gusta nada" su actual ocupación. "Piensan que quiero dedicarme a esto toda la vida, y no es eso. De momento, me saca las castañas del fuego y no les tengo que pedir nada", justifica.