El agua es un pilar fundamental dentro de nuestra alimentación diaria y es necesaria para que todo en nuestro organismo, cada célula, tejido y órgano, funcione de la forma correcta.
Entre sus funciones principales están las de regular y mantener la temperatura corporal, posibilitar el transporte de los nutrientes a las células, eliminar los desechos a través de la orina, la transpiración y las deposiciones, lubricar y amortiguar las articulaciones y proteger los tejidos sensibles.
Beber la cantidad de agua adecuada también ayuda a nuestro cerebro en tareas que requieren concentración y cognición. Asimismo, contribuye a que nuestro rendimiento en las actividades deportivas sea mejor.
Hidratación
Mantenernos hidratados también es importante si tenemos en cuenta que entre un 50 y un 70% de nuestro peso corporal es agua, así como un 80% de la masa muscular y un 25% de la masa ósea. A lo largo del día, perdemos agua a través del aliento, del sudor, la orina y las evacuaciones, por lo que debemos estar atentos y reponer los líquidos suficientes para no sufrir deshidratación.
Aunque el agua es siempre la mejor opción, la más barata y la más saludable porque tiene cero calorías y azúcares, otras bebidas como la leche, los zumos o los tés, o comidas como determinadas frutas y verduras también nos van a aportar una buena cantidad de agua.
Cuánta agua hay que beber cada día
Probablemente hayas escuchado más de una vez el consejo de que debes beber dos litros de agua al día, unos ocho vasos. Pues bien, mientras para algunas personas ingerir menos de dos litros al día puede ser suficiente, otras pueden necesitar más.
Algunos de los factores que van a influir a la hora de beber más o menos agua son:
- Ejercicio. Si vas a realizar cualquier actividad que te haga sudar, necesitas beber más agua para cubrir la pérdida de líquidos. Es importante beberla antes, durante y después del entrenamiento.
- El entorno. El clima cálido o húmedo puede hacerte sudar y exige que bebas más líquido. La deshidratación también puede ocurrir a grandes altitudes.
- Salud general. Tu cuerpo pierde líquidos cuando tienes fiebre, vómitos o diarrea. Bebe más agua o sigue la recomendación de un médico de beber soluciones de rehidratación oral. Otras afecciones que pueden requerir una mayor ingesta de líquidos son las infecciones de la vejiga y los cálculos de las vías urinarias.
- El embarazo y la lactancia. Si estás embarazada o amamantando, es posible que necesites más líquido para mantenerte hidratada.
El color de la orina
La manera más fácil de saber si se está tomando a diario el agua suficiente es fijarse en el color de la orina. Si estás bebiendo la cantidad correcta de agua, tu orina será transparente o de un color amarillo pálido. Un amarillo más oscuro significa que no estás bebiendo toda el agua que necesitas.
Expertos de air up muestran los cinco colores que puede tener tu orina y qué nos dice cada uno de ellos. Estos son:
- Transparente. Tu consumo de agua es superior a la cantidad que tienes que beber a diario. Debes estar bien hidratado, pero sin pasarte.
- Amarillo claro. Tu nivel de hidratación es perfecto.
- Zumo de manzana. Si tu orina tiene un color similar al de esta bebida, has de saber que tu nivel de hidratación es bueno, pero que tienes que beber un poco más de agua para que sea perfecto.
- Cerveza rubia. Estás a punto de caer en la deshidratación y necesitas aumentar tu consumo de agua.
- Color miel. Definitivamente estás deshidratado. Es importante que cambies tu rutina de hidratación de inmediato.
Cuántas veces se debe orinar
La vejiga humana tiene capacidad para almacenar entre 400 y 500 mililitros de orina durante un máximo de 2 a 5 horas. Sin embargo, no es bueno aguantarse las ganas de orinar. "Las primeras señales de ir al baño nos llegan cuando ya almacenamos entre 200 y 350 mililitros de líquido. Para una persona que consume dos litros de agua al día, la media es que vaya al baño entre seis y siete veces al día aproximadamente", según afirma Siena Cid, experta en salud y nutrición de air up.
