No cabe ninguna duda de que caminar es una de las actividades más sencillas y beneficiosas para la salud. Y si se hace descalzo por la playa, en un entorno natural, mejor que mejor. Según los expertos, este hábito reporta una gran cantidad de beneficios, tanto a nivel físico como mental, y nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos. 

De acuerdo con instituciones como la Universidad de Harvard, incorporar esta práctica en nuestra rutina diaria, además de contribuir a mantener y bajar el peso, mejora el sistema inmunológico y aliviar el dolor articular.

Una actividad muy sana 

La arena de la playa, con su resistencia natural, convierte una caminata cualquiera en un entrenamiento deportivo de bajo impacto. Esto hace que los músculos de las piernas, los glúteos y el ‘core’ se fortalezcan sin dañar las articulaciones.

A continuación, vamos a repasar sus principales ventajas para la salud.

Personas disfrutando de un día de playa. Jose Mari Martinez Bubu

Sistema cardiovascular

Caminar por la playa puede aumentar la frecuencia cardíaca y mejorar la circulación, fomentando una buena salud cardiovascular. 

Quema de calorías

Al caminar sobre una superficie blanda como la arena, se emplea más energía, llegando a quemar hasta un 50 % más de calorías en comparación con pasear por un terreno duro. 

Tonificación de articulaciones 

Levantar el pie de la arena fortalece tendones y articulaciones, al igual que que la suavidad de la superficie minimiza el impacto en el cuerpo. Con este esfuerzo, se fortalecen los músculos y las articulaciones de pies y tobillos, además de prevenir lesiones.

Vitaminas para el cuerpo

La exposición al sol durante estas caminatas favorece enormemente la absorción de vitamina D, algo clave para la estructura ósea y alargar la longevidad.

Salud mental

El aire fresco del mar y el sonido de las olas influyen positivamente en el ánimo. De este modo, mejoramos nuestro estado de humor y obtenemos una sensación de bienestar. Asimismo, debido a estos instantes de desconexión, aumentamos la creatividad.

Exfoliación natural

La textura de la arena termina con las células muertas, dejando la piel suave y tersa. Por otro lado, el agua marina aporta un increíble contenido en minerales. 

Precauciones 

Si bien caminar descalzo por la playa reporta muchos beneficios, cabe recordar que hay una serie de precauciones a tomar en cuenta.

La mayoría de especialistas aseguran que esta actividad hay que realizarla en zonas donde la arena sea más compacta y estable para reducir el riesgo de lesiones. 

Por otra parte, se recomienda limitar el tiempo de las caminatas a unos 15-20 minutos para evitar sobreesfuerzos en músculos y articulaciones.

Unas chanclas cerca de la orilla de una playa Pixabay

Consejos para pasear descalzo por la playa

Pasear descalzo por la playa puede ser una experiencia muy agradable si se toman algunas precauciones. 

Estos son algunos consejos para que tu paseo sea placentero y seguro.

Protege tus pies del sol

Aplica protector solar en tus pies para evitar quemaduras solares y usa un sombrero o gorra, así como gafas, para protegerte del sol.

Busca el momento adecuado

Camina temprano en la mañana o al atardecer para evitar las horas de mayor radiación solar y la arena caliente. Evita caminar durante las horas pico del sol, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.

Revisa la marea

Consulta las tablas de mareas para asegurarte de que no te atrape la marea alta.

Cuida la temperatura de la arena

La arena puede calentarse mucho bajo el sol. Comprueba la temperatura antes de caminar largas distancias.

Si la arena está muy caliente, camina cerca de la orilla donde la arena está mojada y más fresca.

Una mujer lee en la playa. Archivo

Hidratación

Lleva contigo una botella de agua para mantenerte hidratado durante tu paseo. Aun así, bebe agua antes, durante y después del paseo.

Observación del terreno

Echa un ojo al terreno para evitar objetos afilados como conchas, piedras, vidrios u otros desechos.

Si encuentras áreas con muchas rocas o conchas, considera caminar en otra parte de la playa.

Fortalece tus pies

Si no estás acostumbrado a caminar descalzo, comienza con paseos cortos y aumenta gradualmente la distancia para fortalecer los músculos de tus pies.

Puedes hacer ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para los pies antes y después del paseo.

Atención a la fauna

Ten cuidado con animales marinos como cangrejos, medusas u otros que puedan estar en la arena o el agua. Si ves alguna criatura marina, mantén una distancia prudente.

Calzado de emergencia

Lleva un par de sandalias o zapatos de agua en una bolsa pequeña por si necesitas ponértelos en algún momento.

Cuidado después del paseo

Lava tus pies con agua dulce para eliminar la sal y la arena, e hidrata tus pies con una crema adecuada para mantener la piel suave y saludable.

El paseo de la costa. Rémi Blanc