Álava cuenta en su geografía con un enclave natural único que se caracteriza por ser fronterizo con las tierras castellanoleonesas. Hablamos del Embalse de Sobrón, ubicado en el municipio del mismo nombre, justo en el desfiladero del río Ebro y que hace de límite entre Euskadi y la provincia de Burgos.
Aunque de una extensión menor en comparación con otros, posee una enorme relevancia, tanto por su valor paisajístico como por su importancia ecológica, cultural y recreativa, siendo ideal para los senderistas y amantes de la naturaleza.
Historia del embalse
El embalse de Sobrón se construyó a mediados del siglo XX como parte de un proyecto para regular el caudal del río Ebro y garantizar el suministro de agua a la región. Las obras comenzaron en la década de los años 50, en plena expansión de infraestructuras hidráulicas y con el objetivo de fomentar el desarrollo agrícola e industrial.
La presa, que tiene una altura de 23 metros y una longitud de 107 metros, se completó en 1961. Como resultado, fue una construcción que marcó un antes y un después en la ingeniería de aquella época, además de transformar el paisaje y la orografía local.
Este embalse tiene una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 11 hectómetros cúbicos, lo que lo convierte en un rincón acuático a destacar en todo Álava. Asimismo, ha sido clave en el control de inundaciones y producción de energía hidroeléctrica, entre otros usos.
Su entorno natural
El embalse de Sobrón se encuentra en una zona de gran riqueza natural, rodeado de montañas y bosques que conforman un paisaje espectacular. Estos parajes, que incluyen áreas de árboles autóctonos y matorral mediterráneo, albergan una vasta diversidad de flora y fauna.
Entre las especies vegetales más comunes en la zona se encuentran encinas, robles y pinos, que tapizan las laderas de las montañas y son el hábitat de una amplia variedad de especies animales.
La fauna local incluye mamíferos como ciervos, jabalíes y zorros, así como aves rapaces, entre las que están el buitre leonado y el águila real, avistados comúnmente en las inmediaciones del embalse.
El río Ebro, que alimenta el embalse, es también un corredor ecológico de mucha importancia, ya que conecta diferentes ecosistemas y facilita la migración de especies acuáticas y terrestres. Además, el embalse se ha convertido en un refugio para numerosas especies de peces, anfibios y reptiles, lo que subraya su valor ecológico.
Conservación y sostenibilidad
El embalse de Sobrón es una muestra de la necesidad de equilibrar el desarrollo humano con la conservación del medio ambiente. La gestión del embalse y de su entorno ha sido objeto de esfuerzos por parte de las autoridades locales para su conservación.
En este sentido, se han implementado medidas de conservación para proteger la biodiversidad del área, como la regulación de la pesca y el control de especies invasoras. Además, se promueve el uso sostenible de los recursos naturales a través de programas de educación ambiental.
Actividades recreativas y turismo
El embalse de Sobrón y sus alrededores son un destino popular para diversas actividades recreativas al aire libre. Su entorno tranquilo lo convierte en un lugar idóneo para la práctica de deportes acuáticos.
Por otra parte, el senderismo y el ciclismo de montaña son otras actividades muy apreciadas en la zona. Existen varias rutas y senderos que recorren los alrededores del embalse, permitiendo a los visitantes disfrutar de vistas panorámicas del valle del Ebro y de las montañas circundantes.
En los últimos años, el embalse y su entorno han sido objeto de un creciente interés gracias a la promoción de iniciativas de turismo rural y ecoturismo.