Una de las joyas que tenemos en la anteriormente llamada Sierra de Cantabria es el imponente monte Toloño. Conoceremos más de él y de otras cimas como San Cristóbal de la mano de la tercera edición de la Bastida Trail. Una carrera espectacular en un entorno inmejorable.
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 23,07 km
· Desnivel positivo: 1049+
· Duración: corriendo 2:40h / Caminar - correr: 3:30h / Senderismo 4:30h
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Vitoria, saliendo por la parte sur de la ciudad accedemos a la N-1 dirección Madrid. Tras pasar Armiñon continuamos por la N-124 hasta casi llegar a Haro. Antes salimos por la salida N-232 hacia Briñas y Labastida.
· Desde Bilbao, por la A-68 llegamos a Zambrana tomando la salida 8. Allí accedemos ya a la N-124 donde seguimos los pasos del punto anterior.
· Desde Donostia salimos por la parte oeste de la ciudad para acceder a la N-1 sentido Madrid. Igual que en el primer punto tras Armiñon cogemos la N-124 y seguimos las indicaciones anteriores.
· Desde Pamplona, por la A-15 y la A-10 llegamos a Alsasua donde cogemos la N-1 llegar hasta Armiñón primero y allí por la N-124 antes de Haro coger la salida hasta Labastida.
DESCRIPCIÓN
En tierras de Rioja Alavesa se encuentra la localidad de Labastida. Se trata de una coqueta población alavesa con mucho encanto. Prueba de ello es que es destino habitual de veraneo de mucha gente del País Vasco, así como de ser lugar de turismo imprescindible de la zona junto a Haro o Laguardia entre otras localidades.
La ruta que os proponemos, como se comenta sigue el trayecto de la carrera de la Bastida Trail que este año ya ha celebrado la tercera edición con más de 200 participantes. Ya en el inicio es una maravilla puesto que se parte desde la plaza junto a la iglesia de la Ascensión. Tras un primer tramo de dura cuesta hasta llegamos a las inmediaciones de la iglesia del Santo Cristo donde el terreno se pone más llano durante casi 5 kilómetros durante los cuales tendremos muchos terrenos diferentes por los que transitar.
Pista de arena, asfalto, sendero, terrenos de viñedos y todo ello sin prácticamente sufrir nada de desnivel. Todo este primer tramo es cómodo con cuestas muy tendidas, Llanos e incluso alguna bajada. Todo ello nos servirá para dar calor a las piernas. En este tramo podremos disfrutar de los viñedos de Rioja Alavesa, una maravilla poder caminar al lado de ellos.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
· Hidratación. Tenemos agua, por supuesto en Labastida, alguna fuente natural por el camino y en San Ginés. Importante llevar suficiente dada la longitud de la ruta.
· Calzado. Muy importante llevar una zapatilla o bota de monte con muy buen agarre ya que hay partes por Toloño y sobre todo en San Cristóbal donde este será muy importante por la presencia de tierra suelta o barro en función de la meteorología.
· Dificultad. De moderada a alta, por la distancia y el desnivel. Se puede suavizar la ruta haciendo bien solo San Cristóbal, bien solo Toloño.
Además, pasaremos por el recuperado en 2016 gracias al Ayuntamiento de Labastida acueducto de San Andrés de Muga el cual era parte de una serie de puentes que abastecían de agua al convento del mismo nombre. Mas adelante cuando parece que la pista empieza a entrar en una zona más arbolada cogeremos un sendero a izquierda que primero en ligera bajada y posteriormente en llano nos deja a los pies de la primera de las subidas fuertes de la ruta. Se trata de un duro cortafuegos el cual nos va a llevar al cresterío del San Cristóbal.
Habrá que tomárselo con calma ya que en un kilómetro subiremos más de 200 metros de desnivel. De esa forma, con rampas de un 20% de desnivel llegaremos al citado cresterío por un terreno roto en algunos tramos y donde en más de un trozo tendremos que ayudarnos con las manos para subir algo mejor. Una vez arriba y con el buzón justo a nuestra derecha, la travesía no nos lleva el directamente, sino que nos hace llanear pegados a un cortado donde hay que levantar la cabeza para observar las fantásticas vistas de la comarca de Rioja Alavesa con las montañas de Valdezcaray al fondo. Tras una bajada y posterior subida llegaremos, ahora si al buzón.
Bajamos justo por el sendero que luego se abre justo en la misma cima. La bajada quitando un primer tramo un poco suelto es fácil y nos lleva a otro de los momentos curiosos de la ruta. Se trata del paso por las ruinas de Tabuerniga. Entre los siglos IX y X una gran barrera natural delimitaba los territorios cristianos de los musulmanes, formada por numerosas sierras, que abarcaba desde los Pirineos hasta las costas portuguesas. Era la Marca Hispánica; un territorio montañoso poco poblado y de escaso interés para los invasores. En aquel contexto las sierras de Oña, Los Obarenes, la sierra de Cantabria..., entre otras, jugaron un papel táctico muy importante en la lucha contra los sarracenos. Se emplazaron castillos roqueros, fortines y torres de vigilancia que permitían atacar al enemigo y replegarse tras la línea de cumbres.
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Llega el momento de la segunda subida. Es la más larga de toda la travesía con sus dos kilómetros de longitud y aunque es más fácil que la anterior no hay que menospreciarla ya que también salvaremos un desnivel de 200 metros positivos. Eso si el terreno, salvo que la lluvia aparezca y embarre la pista es bueno para subir cómodo, aunque no sea corriendo ya que se trata de una zona ancha. Terminada esta subida disfrutaremos de un tramo amable para poder reponer fuerzas tras la ascensión. Por esta pista con pocos tramos de sombra accederemos a las puertas del majestuoso Toloño. Toca afrontar la última subida.
Arranca suave por una abierta campa con un agradecido piso de hierba para una vez llegado a la valla que la delimita ponerse cada vez más abrupta la pendiente con tramos duros sobre todo los últimos metros antes de acceder de nuevo a una pista. Habrá que guardar fuerzas para ascenderla ya que, al estar desprovista de árboles, el calor y el sol serán otros elementos a tener en cuenta, los cuales pueden endurecer, más si aún cabe esta ascensión.
Terminada la última subida llegamos al collado con Peña las Doce a la derecha y el Toloño (1277m.) a la Izquierda. Se trata de una cima muy bella con vistas espectaculares. Tiene un carácter mágico y espiritual por todo lo que la rodea especialmente por el santuario (veremos al bajar sus ruinas) que está construido muy cerca de la cima.
Queda bajar. Una bajada dividida también en tramos, una primera parte estrecha y ligeramente técnica que da paso a un trozo muy empinado, aunque favorable por tratarse de pista ancha. Terminado este tramo, ahora si previo paso por San Ginés, un área recreativa preparada para barbacoas donde volveremos a poder coger agua, enfilamos la llegada a Labastida.
Cuidado también con estos últimos kilómetros ya que tienen varias cuestas, sobre todo una final, que también nos pondrán a prueba. Ya desde la atalaya final divisamos el pueblo donde en la plaza damos por finalizada esta bonita travesía por parte de la Sierra de Cantabria, ahora denominada Sierra del Toloño.
PLANES ALTERNATIVOS
Ampliamos la experiencia por tierras de Rioja Alavesa con un par de planes extras:
· Visita a una bodega: Estando en Rioja Alavesa es una opción casi obligada. La bodega González Teso también conocida como Bodega Gontes, nos ofrece una visita guiada diferente, desenfadada e informal. Sin lugar a duda una experiencia diferente que radica en la forma de ser de su actual propietario, Jesús González Teso. Comienza la visita en la entrada de la bodega, un pequeño resumen de su historia nos anticipa lo que nos espera. La primera toma de contacto tiene lugar entre barricas de acero inoxidable, una primera cata que nos hace entrar en calor. Recorremos en compañía de Jesús y su característica visión sobre la denominación de origen y el rumbo del sector vinícola, los túneles subterráneos hasta llegar a su fin, una charla entretenida y didáctica que hizo que la visita ganase enteros. Terminaremos la visita a esta bodega subterránea con otra cata más y un buen hamaiketako. Sin duda alguna una visita a una bodega diferente, alejada del turismo de bodegas multinacionales. Mas info en www.gontes.com
· Paseo por varias necrópolis: en dirección a Rivas de Tereso tenemos además del Lagar de las Piletas y la necrópolis de Remelluri la también medieval de las sepulturas del Bardallo. La primera impresión sobrecoge por el color oscuro de la arenisca y por el gran número de tumbas existentes. Según vamos visitando lo que llama la atención es la gran cantidad de tumbas para niños, que delatan una gran mortandad en la zona. Existe la creencia que debido a las pésimas comunicaciones existentes en la zona sus habitantes pudieran permanecer al margen de las sucesivas invasiones. Hacia el año 934 no existía en la zona, ningún poblado de cierta entidad y si pequeños asentamientos los cuales se componían de muy pocas viviendas y la correspondiente ermita, así como los enterramientos que en la mayor parte de las veces se constituyen en el único factor delator, junto a los restos de ermitas, de su existencia.
