Hace apenas un año, ni hubiera soñado ser portavoz parlamentario del PNV…

La verdad es que no. Hace un año estaba recién estrenado como portavoz del PNV en Juntas de Araba. Acabábamos de inaugurar una legislatura no tranquila pero sí estable. Pero cuando te dan oportunidades como la que se me dio a mí, primero de encabezar la lista por Araba y, luego, de ser portavoz en el Parlamento, es algo que en ningún caso no se puede rechazar y que asumo con mucha ilusión y muchísima responsabilidad.

En el pleno de investidura sorprendió: llevaba notas pero no el discurso escrito. No es lo habitual, ni mucho menos.

No me gusta escribir los discursos porque he tenido interés en política desde bastante joven, para mí es un hobby, y cuando uno sigue muchos debates y muchos mítines sabe lo que le gusta ver en el otro lado. Y a mí siempre me ha gustado esa espontaneidad, la gente que habla más que lee, e intento hacerlo yo también.

Supongo que tiene ganas de que empiece el periodo de sesiones de verdad.

Sí, me gusta el verano pero no me importará que se acabe porque tengo ganas de empezar. Además, septiembre viene cargado porque las consejeras y los consejeros van a empezar presentando sus planes para la legislatura, y va a abrirse el curso político con mucha actividad.

¿Qué le parece el estreno del lehendakari Pradales, con una agenda intensa a más no poder?

El lehendakari llega con mucha ilusión y muchas ganas, y marcando un liderazgo propio. Un liderazgo basado en los acuerdos. Él ha identificado claramente cuáles son los tres o cuatro grandes retos que tiene el país (no el gobierno, sino el país) y está dispuesto a liderar su consecución desde el acuerdo. Acuerdos no solo con los partidos, sino con la sociedad civil, la representación sindical, la representación empresarial… Me parece que es una forma acertada de plantear un liderazgo que es compartido y no mesiánico

“Yo veo en EH Bildu que un día nos dicen una cosa y al siguiente hacen exactamente la contraria”

Todos los interlocutores dicen tener la mano tendida para construir el futuro. ¿Se lo cree?

Yo soy de los piensan que la mano tendida no se dice que se tiene sino que se demuestra Los acuerdos no se piden Los acuerdos se ofrecen. Y se ofrecen con hechos, así que creo que lo tendremos que ver. Es lógico que haya desconfianza porque tenemos delante un partido como EH Bildu, que dice una cosa pero hace la contraria. Pero nos gustaría creer que lo que nos dicen es cierto.

La prioridad es el pacto por los servicios públicos de salud. ¿Hay disposición en partidos y otras organizaciones por alcanzarlo? ¿Será posible sacar eso del debate partidista?

Nos gustaría que fuera posible. Para las personas la salud es lo más importante. Que haya partidos que utilicen la salud de las personas en beneficio propio me parece muy triste. No es solo deseable sino necesario que consigamos sacarlo del debate partidista.

Sin embargo, los precedentes no invitan al optimismo. La salud ha sido objeto arrojadizo con argumentos demagógicos.

Desde luego. Venimos de una campaña en la que la salud se ha utilizado para el desgaste político y la búsqueda del rédito electoral. Y ahora llega la ronda con los partidos y el portavoz de EH Bildu dice que sí está dispuesto a sacar la cuestión del debate político, pero luego siguen presentando iniciativas no propositivas sobre salud y publican artículos en determinados medios desgastando la labor del Gobierno en salud.

¿Qué logros concretos implicaría que fructificase el pacto sanitario?

Del pacto tiene que salir, sobre todo, un buen diagnóstico. Nosotros somos muy honestos. Reconocemos que hay un problema. Pero eso no significa que haya un desmantelamiento, una privatización, que ya el sistema poco menos que quebrado… porque no es verdad. No lo dice el PNV, lo dice la Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública: Osakidetza es el mejor sistema del Estado. Es uno de los mejores sistemas sanitarios de la UE. Tiene problemas, claro. Pero debemos partir de un buen diagnóstico y de medidas compartidas.

Otro de los objetivos básicos es crear vivienda y, especialmente, para jóvenes. “Pero no hay fórmulas milagrosas”, dijo el consejero socialista Itxaso.

Lo comparto. Pero hay herramientas que hacen que facilitemos algo que preocupa a las personas jóvenes: poder emanciparnos y acceder a una vivienda en condiciones dignas. Estamos hablando de fiscalidad, de deducciones, de avales, de mayor construcción de vivienda pública, liberalización de los suelos… Hay muchas medidas que pueden facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda.

“En Euskadi debemos mantenernos alejados de las malas formas que se dan en la política española”

¿Van a chocar con los socialistas en Vivienda? Ellos defienden la ley española, que no le gusta al PNV.

Soy optimista. El acuerdo de gobierno recoge los puntos de encuentro. PNV y PSE tenemos experiencia en gobiernos de coalición y tenemos la madurez suficiente para sentarnos en una mesa, limar asperezas y encontrar propuestas comunes.

Parece que el choque puede venir en la renovación del pacto estatutario. 

Veremos, veremos… El presidente del EBB ha asumido la responsabilidad de liderar una ronda de contactos con el resto de partidos y veremos qué posiciones tienen los demás. La nuestra es muy clara: defensa de la singularidad del autogobierno, respeto a la pluralidad de la sociedad vasca y tratar de ampliar los consensos que existen en Euskadi. ¿Que nuestra posición y la del PSE son diferentes? Por supuesto. Pero estoy convencido de que es posible alcanzar un acuerdo.

Lo cierto es que el secretario general, Eneko Andueza, insiste mucho en que van a frenar los aventurerismos. ¿El PNV está por hacer alguna aventura?

Es que Andueza necesita a veces escenificar que el PNV asume unas determinadas posiciones para que él pueda marcar un perfil en determinadas cuestiones. Yo soy partidario de que los partidos trabajen desde la discreción y la lealtad y no hacer demasido caso a determinadas declaraciones públicas que se puedan hacer en un momento.

¿La hoja de ruta del acuerdo para la investidura de Sánchez entre PNV y PSOE puede ser una buena guía?

Como poco, un punto de partida. Es un acuerdo que está cerrado y lo que hay que hacer es cumplirlo. Es un acuerdo necesario, un acuerdo sobre el cual debemos pivotar. Pero yo creo que ahora tenemos que mirar al futuro y mirar al reconocimiento nacional de Euskadi.

“Hemos demostrado en los últimos años que mayor autogobierno es mayor bienestar”

El PSE y el PP contraponen “las cosas de comer” al debate estatutario. ¿No tiene que ver la renovación del estatuto con las cosas de comer?

Este debate es, precisamente, para las cosas de comer. Yo creo que hemos demostrado en los últimos años que mayor autogobierno es mayor bienestar. Y eso no es un lema; es una realidad. Si decidimos aquí sobre determinadas cuestiones, esas cuestiones se van a gestionar mejor y la gente en Euskadi va a vivir mejor. Tenemos que ser capaces de alcanzar un nuevo estatuto, sobre todo para las cosas de comer.

Pello Otxandiano le reclamó al lehendakari una relación prioritaria en la cuestión del nuevo estatus. ¿Qué le parece?

La confianza hay que sembrarla y hay que abonarla. Nos gustaría tener una relación fluida, incluso de confianza, con EH Bildu, sin que eso suponga exclusividad. Pero para que eso se pueda dar, EH Bildu tendrá que cambiar muchas cosas respecto al gobierno.

Y, en paralelo, hay que seguir completando las transferencias pendientes. ¿Vendrán todas? Andueza dijo que ve muy difícil materializar la gestión económica de la Seguridad Social.

A mí me parece alucinante que se diga que es difícil cumplir una ley. A cualquier persona que se diga defensora de la democracia y de las leyes le parecería que lo más razonable es cumplirlo.

¿Cómo ve los primeros compases de la actuación de EH Bildu?

Yo veo en Bildu que un día nos dicen una cosa y al siguiente hacen la contraria. Un día nos dicen que su modelo son los países nórdicos y al día siguiente están celebrando la supuesta victoria de Maduro en Venezuela. Un día aprueban la ley de transición energética, y al día siguiente apoyan a todas las plataformas en contra de cualquier proyecto.

Con todo, sí podemos presumir de que la política vasca está lejos del lodazal de la española…

Afortunadamente. Y creo que la responsabilidad de los que desarrollamos la política en el Parlamento Vasco es cuidar de que eso siga siendo así. Porque yo sigo la política en las Cortes españolas y hay momentos en que paso vergüenza ajena. En Euskadi podemos y debemos tener opiniones y proyectos diferentes, pero tenemos que expresarnos en positivo y desde el respeto a los otros, que aunque no piensen como nosotros, estoy convencido de que su objetivo último es mejorar este país.