Javier Milei ha reabierto la herida. Tras un primer choque diplomático que parecía más o menos aparcado y que fue provocado por el ministro español Óscar Puente, esta vez ha sido el presidente argentino quien ha desatado un enfrentamiento de alto voltaje al haber dado por hecho en un mitin de la ultraderecha en Madrid que la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, es una "corrupta". En un acto organizado por Vox, Milei se burló de los cinco días de retiro del presidente español tras la presión mediática y judicial a su mujer por usar supuestamente sus influencias en operaciones como el rescate a Air Europa, una denuncia que la propia Manos Limpias admitió que se basaba en recortes de prensa. En una declaración institucional, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no ha llegado a hablar de romper las relaciones diplomáticas, pero ha anunciado que tomarán "todas las medidas oportunas" si Milei no rectifica sus "gravísimas palabras". Ha llamado a consultas a la embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, lo que podría ser un movimiento previo a la retirada del país.

Todo parece anticipar un choque de trenes irremediable, ya que Milei no rectificó y respondió colgando en la red social X el vídeo de su intervención que tanto “incomoda”. “Por más que algunos quieran tapar el sol con las manos para que no se escuche el grito de libertad, les dejo mis palabras en el Viva 24 que tanto incomodan y que desesperan por ocultar. ¡Viva la libertad, carajo!”, lanzó. Mientras tanto, la polémica ha roto la campaña de las elecciones europeas antes de empezar.

Albares le había pedido que diera marcha atrás. "Sus palabras no tienen precedentes en las relaciones entre dos países unidos por fuertes lazos de hermandad. Al señor Javier Milei se le ha recibido en la capital de España de buena fe para participar en un acto político de la extrema derecha. Se han puesto a su disposición los recursos públicos del Estado español. Sin embargo, a esta hospitalidad y buena fe ha respondido con un ataque frontal a nuestra democracia e instituciones. El respeto mutuo y no injerencia en asuntos internos es un principio inquebrantable", dijo, para añadir que es inaceptable que "insulte" al Estado español en su visita. Aseguró que "rompe las reglas de la convivencia" y que, "ante la gravedad de lo ocurrido", ha contactado con todos los portavoces parlamentarios y ha recibido el apoyo de "una amplia mayoría", aunque PP y Vox "no se han pronunciado". "España exige disculpas públicas. En caso de no producirse, tomaremos todas las medidas oportunas para defender nuestra soberanía e integridad", zanjó.

Las declaraciones de Milei provocaron indignación al venir también de un presidente, aunque su tono no sorprende porque ya se le conoce ese perfil incendiario y populista. En el acto de Vox, acusó incluso a los socialistas de asesinar a 150 millones de personas y de traer muerte. El momento preelectoral, con la campaña de los comicios europeos a punto de comenzar este jueves a la noche, añade otras derivadas a esta discusión, que permite al PSOE polarizar con la ultraderecha en las elecciones del 9 de junio. Aunque esta crispación se veía venir por las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos, la situación inquieta por la numerosa diáspora no solo española que hay en Argentina, sino muy específicamente vasca. Fuentes jeltzales confirman a este periódico que Albares llamó a su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, y que apoya lo expresado por el ministro en la declaración.

El choque con Puente

Hace unas semanas, el ministro de Transportes era quien encendía la mecha al insinuar que Milei actuaba bajo la influencia de sustancias estupefacientes. La oficina de Milei publicó entonces un comunicado donde contraatacaba asegurando que el Gobierno español tenía asuntos más importantes de los que preocuparse, como las acusaciones de corrupción contra la esposa de Sánchez, según dijeron. El choque parecía haber quedado atrás, aunque es un hecho que, por ahora, no se ha producido un encuentro bilateral entre ambos mandatarios.

Albares añadió que ha hablado con Josep Borrell, alto comisionado europeo para política exterior, "que considera que es un ataque al conjunto de la Unión Europea", y que posteriormente en la red social X aseguró que los ataques “contra familiares de dirigentes políticos no tienen cabida en nuestra cultura: las condenamos y rechazamos”.

Albares, por su parte, dijo que "ha llevado las relaciones a su momento más grave en su historia reciente". "Por eso, acabo de llamar a consultas a nuestra embajadora en Buenos Aires sine die", añadió. Quiso reiterar el "sentimiento fraternal" del Estado español y exigirle al mismo tiempo respeto a las formas entre dos estados "que excluyen la injerencia en asuntos internos", que esté a la altura del puesto que ocupa y se ajuste a las formas y el respeto que jamás debió abandonar.