Elma Saiz (Pamplona, 1975) acaba su primera semana como ministra reconociendo que ha vivido un “tobogán emocional”. El domingo pasado viajó a Madrid antes de que se hiciera público su nombramiento, y el jueves ya estaba de nuevo en Pamplona para estar con Marina Curiel la nueva portavoz del PSN en el Ayuntamiento, y con el resto de compañeros del grupo municipal cerrando el traspaso. En poco más de 6 meses ha pasado por tres instituciones: Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de España. Es la segunda vez cuyo paso por el Ayuntamiento de Pamplona a la postre resulta efímero. Dice que Ibarrola no ha generado un clima de confianza, pero evita posicionarse sobre una moción de censura. Respecto a la transferencia de la gestión económica de la Seguridad Social al Gobierno Vasco, se ciñe lacónica al acuerdo alcanzado con el PNV, que excluye la ruptura de la caja única.

¿Cómo y cuándo se entera de que va a ser ministra?

Con una llamada del presidente, el fin de semana pasado, e indudablemente dije que sí, con orgullo y responsabilidad.

Le sonó el móvil.

Me pilló en un momento de tiempo libre, y mi compromiso fue desde el minuto cero. Esto es un servicio público más allá de las instituciones. Algunas voces dicen que abandono el Ayuntamiento como si eso fuera una dejación de mi compromiso. Niego la mayor. Ese compromiso con la ciudadanía está por encima de la institución en la que tenga que desempeñarlo.

Chivite había propuesto su nombre.

No puedo estar más que agradecida por la confianza y el apoyo que he tenido en toda mi carrera política, del secretario de Organización, Santos Cerdán, de la secretaria general en Navarra María Chivite, y del secretario de organización en Navarra Ramón Alzórriz. Somos un equipo humano que comparte un proyecto político, con vocación de servicio público.

Si hubiera llegado a ser alcaldesa, hoy no sería ministra. Paradojas de la vida política.

Bueno, efectivamente, la vida política te lleva por un camino u otro, pero lo que no cambia nunca es ese compromiso con la ciudadanía, como herramienta para mejorar la vida de la gente. No hay que perderlo nunca de vista. El patrón es ser útil.

¿Cómo ha sido la semana?

De mucha carga personal, de asumir esta alta responsabilidad, e ir organizándome la vida para estar a la altura. Y de muchas emociones, porque he recibido muchísimas felicitaciones. Lo dije en mi toma de posesión. En el Ministerio estaba lo más importante de mi vida. Las personas más importantes. La familia política, la de sangre, y amigos. Ha sido una semana de mariposas en el estómago y de emoción muy contenida, complicada a la vez que ilusionante. Pero en lo personal muy heavy.

¿Cuánto duró la reunión de traspaso con Escrivá?

La interlocución con él es diaria.

¿Cuál es la encomienda del presidente?

Seguir transformando este país, avanzando en derechos y en un camino ya emprendido en la anterior legislatura, para elevar a lo máximo las políticas públicas, alejados del ruido que no hace nada más que intentar distraer una acción de Gobierno y una hoja de ruta muy claras. Es un Ejecutivo de coalición que pone en el centro a las personas, quiere ser útil a la sociedad, y que este país siga afrontando los retos que tiene tan mayúsculos. Hacer cosas todos los días que mejoren la vida de la gente.

Que trabajen independientemente del ruido.

Frente a los insultos, descalificaciones, oposición de tierra quemada, y a esa polarización del Partido Popular, el presidente nos ha pedido que respondamos con trabajo y más trabajo. Y eso es lo que vamos a hacer. Quien genera ese ruido tendrá que ver, si son falsos patriotismos o están a la altura de lo que necesita el país. Y nosotros, a cada insulto, responder con medidas y con políticas que ayuden a la gente.

Sánchez subrayó el perfil político de las nuevas incorporaciones. Su ministerio conjuga elementos técnicos con los políticos.

Este Gobierno de coalición está sustentado con un acuerdo público con Sumar. Estamos viendo en Europa que es bien diferente quién esté al frente de los Gobiernos, con los brotes racistas y xenófobos existentes, por ejemplo. Mi compañero Escrivá sigue formando parte del Consejo de Ministros, con lo cual ya hay una hoja de ruta muy marcada en la reforma de pensiones, la inmigración legal y ordenada que enriquezca el mercado de trabajo, la sostenibilidad de las pensiones... Este Gobierno, como el de Navarra, está en minoría; hay que buscar acuerdos y apoyos, llevar el diálogo por bandera, porque hay que sacar adelante todas las iniciativas en el Congreso, siendo muy conscientes de ello. Y en cuanto a esa parte técnica, creo que la aporto.

Va a ser la cuarta ministra navarra desde el 77. Premio también al quehacer de Santos Cerdán, a la posición del PSN y su liderazgo.

Las políticas del Gobierno de Navarra, su modus operandi y las prioridades de la presidenta Chivite son perfectamente exportables al Gobierno de España. Indudablemente Navarra y Pamplona corren por mis venas, y es un orgullo representar a mi comunidad, y que una persona navarra tenga una silla en el Consejo de Ministros. Pienso que es una buena noticia, y así han sido las felicitaciones de diferentes estamentos o colectivos, que estos días han sido muy generosos reconociéndolo.

Deja el Ayuntamiento de Pamplona entre rumores persistentes de una futura moción de censura.

El trabajo del grupo municipal no va a cambiar, está hecho para construir ciudad. Lo que se ve del equipo de Gobierno, lo hemos denunciado en muchas ocasiones, es el insulto constante a los socialistas, mientras se intenta hacer ver que se ofrece una hoja en blanco de cara a presupuestos. Cuando se apoyaron los de 2020, UPN incumplió los acuerdos alcanzados. La alcaldesa no ha tejido complicidades y un ambiente de confianza necesarios para construir ciudad.

A comienzos de octubre dijo que se les estaba acabando la paciencia. ¿Desde entonces ha ido a menos? ¿Eso tiene un límite?

Lo que necesita Pamplona es salir de la parálisis, y necesita acuerdos.

Sí, ¿pero cómo?

Llegan momentos presupuestarios, donde si no se sacan adelante unas cuentas, Pamplona volverá a estar en una situación de parálisis y bloqueo, y los grandes proyectos estarán paralizados, como llevan más de cuatro años. Evidentemente eso es malo para la ciudad.

¿Entonces Ibarrola se examinará en los presupuestos?

Se examina desde el minuto cero, como yo como ministra. Ella desde hace más de cien días. No asume su minoría y está lejos de generar un ambiente para buscar consensos. Ofrecer una hoja en blanco en unos presupuestos no es intentar llegar a acuerdos, sino más bien maquillar una realidad que es la que es, que su hoja de ruta y sus prioridades que no son las de los pamploneses y pamplonesas. Está más bien más preocupada por una carrera personal que por hacer ciudad. Y el grupo socialista va a seguir trabajando como oposición rigurosa.

¿Descartando, en cualquier escenario, una moción de censura?

(Lo piensa). Insisto, el momento es el que es, y se está evidenciando que la manera de gobernar de la señora Ibarrola mantiene a Pamplona en esa parálisis que venimos denunciando los socialistas. Eso es lo que quiero decir.

Eso es no contestar. ¿Se descarta o no se descarta a futuro?

Insisto, creo que lo importante es dar respuesta a lo que necesita la ciudad, cuestiones prioritarias, proyectos parados... hay que dar soluciones, buscar consensos, no hacer solo oposición al Gobierno de Navarra. Lo hemos visto con Beloso, también en la plaza de la Cruz...

¿Por su condición de navarra y por cómo se ha tejido la negociación va a ser más fácil acometer la transferencia a la CAV de la gestión económica de la Seguridad Social?

Mire, mi manera de hacer política siempre lleva el diálogo y la búsqueda de consensos. Y entiendo que es absolutamente necesario entre Administraciones. Es mi manera de proceder, y entiendo que eso es lo que siempre trae buenos resultados para la ciudadanía, teniendo muy clara la caja única de la seguridad social no se va a romper.

Eso el PNV también lo ha dejado meridianamente claro.

El diálogo entre Administraciones será la manera de proceder en todas las cuestiones que se aborden desde el Ministerio.

Hay un pacto, con un plazo para materializarlo de dos años, con lo cual vamos a ese escenario de transferencia negociada.

Pues eso es. Con diálogo y consensos evidentemente será el camino que recorreremos.

¿Y para Navarra no?

Hay una realidad, que establece el Estatuto de Gernika o el Amejoramiento, e intensificaremos ese diálogo entre Administraciones para esa vertebración del sistema, que lo mejore. Ese es el objetivo que tenemos que tener siempre, la mejora de la atención a la ciudadanía, con esa vocación de servicio público para facilitarle la vida.

También hablamos de lealtad institucional, de un marco respectivo, del 79 y del 82, que está incompleto.

Como digo, siempre con diálogo, transitaremos el camino.

Ha dicho Chivite que esa transferencia de la gestión económica de la Seguridad Social no está en la agenda. Se lo pregunto como socialista navarra. ¿Por qué no?

Nuestro compromiso como PSN es ir desarrollando el autogobierno de nuestra comunidad dentro del marco constitucional. Siempre hemos estado en el mismo sitio. También es verdad que a veces las cuestiones tienen que tener su orden. En la anterior legislatura se han dado pasos en el autogobierno de Navarra, que no se habían dado en muchos años.

¿Y si hay otros pendientes desde 1982, ¿por qué no correr?

¿Corrimos en la anterior legislatura con tres transferencias en cuatro años? Estadísticamente creo que han sido pasos importantes. Este es un camino perfectamente marcado, y se irán dando pasos.

En pensiones, José Luis Escrivá le deja una reforma, en una situación de envejecimiento y jubilación del ‘baby boom’. Con una fiscalización de Europa para 2025.

Con tres principios por bandera. Suficiencia, equidad y sostenibilidad. Esa reforma marca un camino y lo transitaremos. Hay un compromiso claro con una revalorización de las pensiones, que tiene que dotar de seguridad jurídica. Habrá que seguir mejorando las pensiones mínimas y revalorizarlas más allá del IPC, sin perder de vista esos principios, abordar las reformas pendientes y adaptar esas políticas públicas a la situación real. Para ello hay importantes recursos para las evaluaciones y análisis poblacionales. Hay que profundizar en todo eso, para abordar políticas útiles y eficaces.

¿Qué le parece la ley de amnistía?

(Lo piensa). No me parece que tenga que contestarlo. Tiene un marco constitucional, tiene todos los visos de que se ha articulado en torno a ese marco, y entiendo que hay que explicarla y conocerla.

Por eso se lo pregunto.

Pero es difícil hacer pedagogía y llegar a toda la ciudadanía con tanta fake, tanto bulo y tanta hipérbole. Es importante el sosiego en cuestiones tan delicadas como esta, y hay que ver cómo afecta en Catalunya, donde la convivencia ha dado pasos muy positivos. A veces también es difícil explicar a compañeros de otras comunidades cuestiones vividas en Navarra. Cuando se eleva el tono, y se utilizan los insultos, no queda mucho espacio para la pedagogía y para un análisis sosegado, que vea que el marco constitucional se respeta y que evidentemente nadie está rompiendo España.

¿Ha podido hablar con alguien del PNV esta semana?

El jueves en el Parlamento foral con María Solana y con Unai Hualde. Me dieron un abrazo,

¿Y con Andoni Ortuzar, no?

–No, no he tenido ocasión.

Estamos en la Delegación del Gobierno en Navarra. Usted fue delegada de 2008 a 2012. ¿Esta semana le han venido recuerdos?

Fui la primera mujer delegada del Gobierno en Navarra en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero. El tiempo ha puesto en valor lo que hizo por este país. Me ha venido mucho a la mente el ministro Rubalcaba, porque en aquella época acabó ETA, sin pago alguno. ETA fue derrotada, se dieron pasos en dependencia, en matrimonio de personas del mismo sexo... Hoy vemos cómo otro Gobierno socialista, presidido por Pedro Sánchez, también está asumiendo retos en una situación mundial complicadísima, donde hay que ser valiente. Y tengo el honor de ser la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

¿Cómo definiría a Pedro Sánchez?

Es un líder, que está posicionando a nuestro país en política internacional, no hay más que ver este último viaje relacionado con lo que está pasando en Gaza, por ejemplo. Para mí es un orgullo estar trabajando con él, y espero estar a la altura.