PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU han aparcado sus diferencias en materia de trabajo y han acordado este jueves en el Parlamento una enmienda a través de la cual avalan estudiar y evaluar en un proyecto piloto el impacto de la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales sin reducción de salario.

EH Bildu ha llevado al pleno del Parlamento Vasco este debate sobre la reducción de jornada que lanzó hace poco más de un mes la consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, quien propuso estudiar en Euskadi la posibilidad de limitar los días de trabajo semanales a cuatro sin disminuir el salario ni aumentar las horas.

Mendia precisó posteriormente que este ensayo no pivotará sobre el modelo español, basado en la concesión de subvenciones a las empresas que deciden probar esta medida, sino que aborda otras cuestiones como el teletrabajo.

A pesar de sus diferencias en torno a esta propuesta entre PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, los cuatro grupos han consensuado una enmienda que ha aprobado el Parlamento a la que se han opuesto PP+Cs y Vox.

Así, la Cámara ha considerado "estratégico" estudiar y evaluar el impacto de la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales sin reducción de salario para su implantación mediante un proyecto piloto, que incluya la promoción del teletrabajo y la participación de los trabajadores en decisiones estratégicas de las empresas.

El Parlamento ha instado al Gobierno vasco a que con la inclusión de la perspectiva de género en el diseño del proyecto, este incorpore medidas que promuevan mediante la reducción de la semana laboral a 32 horas "una nueva organización y reparto justo y equitativo del empleo y de los trabajos de cuidados entre hombres y mujeres", así como la compatibilidad del empleo "con los trabajos de sostenimiento de la vida".

Para ello se contará durante todo el proceso con las aportaciones de los agentes sociales, sindicales y de expertas de la "economía feminista".

Objetivo "inaplazable"

Pazis García (EH Bildu), impulsora de este debate parlamentario, ha argumentado que la generalización de la reducción de jornada es un objetivo estratégico "inaplazable" y ha considerado positivo que el Departamento de Mendia siga adelante con este proyecto pese al rechazo de Confebask a esta propuesta y a su negativa a sentarse a negociar.

Ha concretado que EH Bildu plantea que la jornada laboral semanal de cuatro días no sea la única fórmula que se estudie, sino que se evalúen otras como reducciones de jornadas diarias.

El parlamentario del PNV Jon Aiartza ha compartido la realización de este proyecto que estudie de manera "ordenada" las distintas herramientas que permitan avanzar en empleos de calidad, en la conciliación y en la salud laboral.

Impacto de la reducción

En la misma línea se ha expresado Ekain Rico, del PSE-EE, quien ha expuesto que en el proyecto se medirán y tasarán los impactos que podría tener esa reducción en la igualdad, los cuidados, la salud, la productividad, la huella ambiental.

Jon Hernández (Elkarrekin Podemos-IU) ha reconocido que la coalición morada implementaría un plan "mucho más ambicioso" en esta materia pero ha señalado que ha decidido sumarse al acuerdo desde una actitud "constructiva".

El grupo más crítico con la reducción laboral ha sido el del PP+Cs. De "ocurrencia", "demagoga", "populista", "electoralista", "simplista", "vacía" y "superficial" ha calificado la iniciativa el parlamentario José Manuel Gil, quien ha avisado de que esa medida obligaría a las empresas a incrementar sus costes salariales, a cerrar, a dejar de ser competitivas o a irse de Euskadi.

Amaia Martínez (Vox) también se ha opuesto a la iniciativa porque es "electoralista" y ha denunciado que desde que el PSOE gobierna el Estado las empresas han sido objeto de una "asfixia económica".