- El ascenso de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP generó una expectativa de cambio en el discurso de los populares sobre las nacionalidades históricas, no solo por su relación fluida con el lehendakari Urkullu, sino también porque procede de Galicia. Tampoco parecía muy difícil ser más aperturista que su antecesor Pablo Casado, quien había criticado el calendario de transferencias a Euskadi y había amenazado con dar marcha atrás en el traspaso de las prisiones. Pero los primeros compases de Feijóo están siendo “decepcionantes” para el PNV. El burukide Xabier Barandiaran alzó la voz ayer para criticar que Feijóo desautorizara a su número tres, Elías Bendodo, para defender la unidad indisoluble de España y negar que sea un Estado plurinacional.
Se enfría así un acercamiento a los jeltzales, que podrían ser indispensables en el futuro para superar una sesión de investidura si Feijóo ganara las elecciones generales. En un encuentro en el marco del proceso de escucha activa a la sociedad, Entzunez Eraiki, esta vez sobre la arquitectura institucional y la crisis de las democracias occidentales, el burukide de Innovación Política avisó a Feijóo de que no hay ninguna diferencia entre su discurso y el de Casado, no solo en este ámbito, sino también en la lucha contra la corrupción, donde insiste en escurrir las responsabilidades asegurando que son cuestiones del pasado.
Pero, más allá de que esas declaraciones le parezcan criticables, al PNV le preocupa que las haya realizado para tranquilizar a la ultraderecha de Vox, lo que supone que Feijóo no parece dispuesto a poner fin a su dependencia de ese partido. Para el PNV, eso es una línea roja para poder profundizar en las relaciones.
“No es la actitud de futuro que esperábamos del señor Feijóo, tanto sus declaraciones sobre la plurinacionalidad como en la forma de abordar los códigos del buen gobierno, la transparencia y la cero aceptación de la corrupción”, dijo, en declaraciones a los periodistas al margen del encuentro en la Fundación Sabino Arana, en Bilbao.
Barandiaran discrepa de sus declaraciones como abertzale y cree que España es un Estado plurinacional, porque en él cohabitan naciones como Euskadi, Catalunya o Galiza, y realidades nacionales como la canaria o la balear. Pero, más allá de que el contenido de estas declaraciones preocupe al PNV, le preocupa también por qué las ha realizado: para corregir a un miembro de su partido porque la ultraderecha “ha puesto el grito en el cielo”.
“En el tiempo que lleva como presidente del PP, no apreciamos ninguna diferencia significativa entre Casado y Feijóo, y esto resulta decepcionante para el PNV y una amplísima mayoría de la sociedad vasca. El pretendido cambio de Feijóo no es de momento más que un eslogan”, dijo. El PNV ve a Feijóo más pendiente del marcaje de Vox que de abordar los retos de futuro, una actitud que aleja al PP de los jeltzales y que no consigue sacar partido del momento de crisis del Gobierno español de Pedro Sánchez con sus socios. El PP sigue sin romper con Vox, y está por ver cómo se resuelven las elecciones andaluzas de junio y qué tipo de relación establecen los populares con la ultraderecha si consiguen gobernar.
En el caso de que vuelvan a introducir a Vox en el gobierno como ya ha sucedido en Castilla y León, las opciones de acuerdo con el PNV se van a seguir reduciendo más y más. Los jeltzales ya han avisado de que no estarán jamás en un acuerdo a tres con Vox, que niega el autogobierno vasco y los avances sociales, y mantiene como aspiración la supresión de las comunidades autónomas, por no mencionar su discurso sobre la memoria histórica de la Guerra Civil.
La posición del PP ante la corrupción también es una piedra en el camino. Basta con recordar que el PNV rompió con el Gobierno español de Mariano Rajoy por la sentencia del caso Gürtel, y se sumó a los partidos que estaban dispuestos a apoyar la moción de censura de Pedro Sánchez ante la ausencia de autocrítica que mostraba en aquel momento el PP.
No se ha realizado ningún intento serio de regeneración o refundación por parte de Génova, algo que sí sucedió en otros casos como la antigua Convergència. Por ahora, nada ha cambiado en ese sentido, y los jeltzales creen que, en el episodio de las grabaciones a destacados dirigentes del PP como Cospedal sobre los papeles del extesorero Luis Bárcenas, la respuesta de Feijóo está siendo la misma que tuvo Casado, diciendo que estos hechos son cosa del pasado y nada tienen que ver con él. Una manera de ponerse de perfil y no profundizar en los hechos o hacer propósito de enmienda. En cuanto a la plurinacionalidad, Bendodo ni siquiera realizó un alegato claro, sino que se enredó con las nacionalidades que recoge la Constitución. Dijo que Catalunya es una “nacionalidad” como cualquier otra comunidad, sin calificarla como nación.
En cuanto al encuentro de Entzunez Eraiki, Xabier Barandiaran habló sobre los retos de la globalización, el cambio climático, la gestión de la diversidad o la digitalización, además de los tiempos de incertidumbre y crisis en las democracias. El PNV ha debatido con expertos para diseñar la línea de actuación de los jeltzales en las instituciones vascas. l
“Sus declaraciones sobre la plurinacionalidad y la corrupción no son la actitud de futuro que esperábamos de Feijóo”
“Esto es una decepción para el PNV; el Estado acoge en su seno diversas naciones y ?es algo innegable”
Burukide de Innovación Política del PNV