- Presidida por la propia presidenta del Parlament, Laura Borràs, la Comisión del Estatuto del Diputado aprobó por mayoría el dictamen de Junts, ERC y la CUP -y apoyado por los comunes-, que establece que hasta que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) sea firme “el acuerdo de la Junta Electoral Central (JEC) no puede ser ejecutado” y, por lo tanto, el dirigente de la CUP, Pau Juvillà, debe mantener su escaño. La resolución fija que las fuerzas políticas consideran que el límite a la desobediencia política a la represión del Estado pasa por preservar a los funcionarios de cualquier tipo de responsabilidad penal y contable por la que puedan ser perseguidos.
En el contenido del dictamen se “constata” que no es aplicable a Juvillà -inhabilitado por no haber descolgado lazos amarillos del Ayuntamiento de Lleida en periodo electoral- ninguna de las causas de pérdida de la condición de diputado recogidas en el reglamento del Parlament y que, por lo tanto, no se puede aplicar el acuerdo de la JEC hasta que el Tribunal Supremo resuelva las medidas cautelares solicitadas por el afectado y por la propia Cámara.
En este escenario, ayer mismo Juvillà anunció que padece cáncer y manifestó su voluntad de mantenerse animado y fuerte: “¡Viva la vida!”. “En los últimos 15 años me han encontrado dos tumores pero he tenido suerte: los dos descubrimientos fueron de casualidad y se pudo actuar a tiempo. Hace un mes me encontraron otro y comenzó nuevamente la angustia y la urgencia en las pruebas”, explicó el afectado. Por este motivo dejó la Mesa del Parlament, donde le sustituirá Carles Riera, pero manteniéndose como diputado raso.