- A pesar del informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que obstaculizaba que la futura Ley de Memoria dejara fuera de la ley a organizaciones pro franquistas como la Fundación Francisco Franco, el Gobierno español se reafirma en su objetivo inicial e insiste en que estas asociaciones serán ilegales una vez aprobada la norma.
Así lo expresó ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, que anunció que la nueva Ley de Memoria Democrática, que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el próximo martes, contempla la figura del enaltecimiento del franquismo y la prohibición de las entidades que lo ensalcen, ya que Moncloa ha encontrado una fórmula para sortear las pegas del CGPJ.
Calvo optó por no desvelar cuál es el método que ha encontrado el Gobierno para ajustarse a las recomendaciones del órgano de Gobierno de los jueces, cuyo informe la ministra considera en cualquier caso “bastante razonable y bueno para la ley”, incluso en ese punto. “Tengo que decirlo por respeto a este órgano”, expresó.
La también responsable de Memoria Democrática quiso dejar claro que el CGPJ no se oponía a la disolución de las entidades que, como la Francisco Franco, ensalcen el franquismo y la dictadura, sino que indicaba una vía para hacerlo “distinta” de la prevista inicialmente por su departamento.
“Lo que dice el informe, que agradecemos mucho, es que hay que hacerlo por otra vía. Pues lo hacemos por otra vía y ya está”, indicó Calvo, resaltando que el propio CGPJ “dice que no se puede enaltecer el totalitarismo”, pero rehusando “destripar” la ley antes de que llegue al Consejo de Ministros.
Carmen Calvo explicó que el texto que el Gobierno español enviará al Congreso rechazará el enaltecimiento de “cualquier totalitarismo”, lo que en España se debe traducir en el enaltecimiento de la dictadura franquista. “El primer zarpazo del fascismo en Europa se ensaya en España”, recordó la número dos del Gobierno, en alusión al “golpe fascista” de 1936.
“De eso nos tenemos que ocupar: no nos gusta ningún totalitarismo, así que no nos gusta que de ninguna manera se pueda exaltar al dictador y la dictadura por respeto a las víctimas, sus familiares y la memoria de los demócratas españoles, que en principio somos todos”, argumentó la vicepresidenta.
En este sentido, y respecto a la Fundación Franco, la responsable de Memoria Democrática hizo hincapié en que “no se puede mantener ninguna estructura que enaltezca al dictador, incidiendo en que el enaltecimiento del franquismo supone un “vilipendio” a todas las víctimas del franquismo.