- Saltan chispas y la pugna política ha cruzado ya la barrera de lo personal entre los dos socios del Gobierno español, PSOE y Unidas Podemos. Las tensiones que ha desatado la mudanza del rey emérito, Juan Carlos I, avanzaron ayer un paso más: la confluencia catalana de Unidas Podemos, los comunes, presionan para llevar este pulso más lejos con el señalamiento expreso y específico de la vicepresidenta Carmen Calvo como artífice y “cómplice” de esta operación.
Al hilo de las informaciones que sitúan al presidente Sánchez, a Calvo y al asesor Iván Redondo al frente del plan para sacar al rey emérito del Estado y salvar la imagen de la Casa Real tras la polémica por sus negocios, ERC y EH Bildu han pedido ya la comparecencia de Calvo convocando una Diputación Permanente del Congreso. El presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Jaume Asens, de los comunes, se subió al carro para pedir a Calvo que explique un plan que podría poner la alfombra roja a la huida del Borbón. “Hacen falta explicaciones, y quien las debería dar es la vicepresidenta, que ha pilotado la negociación y que es quien ha hecho cómplice al Gobierno de esta operación de la Casa Real”, dijo en Rac-1. Calvo dijo que el rey emérito “no huye porque no está inmerso en ninguna causa” (formalmente no hay investigación judicial, sino de la Fiscalía del Supremo). Sus palabras suponen una defensa mucho más contundente que la realizada el día anterior por Sánchez, que sí habló de supuestas conductas irregulares. Calvo se parapetó también en la defensa del orden constitucional y la monarquía de Felipe VI frente a cualquier intento de sugerir un referéndum republicano.
Los socialistas asumen que sus socios respaldarán propuestas que presenten otros partidos de izquierda o críticos con la monarquía, y que habrá que pasar el trance como si de un sarampión se tratara. No se descarta que Calvo acuda a petición propia a la Diputación Permanente en vista de que los comunes aprietan y de que este asunto, más allá de la presión de los catalanes, afecta seriamente a la relación con Unidas Podemos en general, que acusa al PSOE de preparar una huida de Juan Carlos I y de tomar decisiones opacas a sus espaldas pese a ser aliados de gobierno. La versión del Gobierno español, por ahora, sin embargo, es que no sabe demasiado, y se pone de perfil. El señalamiento de Calvo puede tener mayor morbo si cabe porque la relación ya estaba tocada por dos encontronazos anteriores entre ella y Unidas Podemos, de manera que estas tensiones van más allá de una simple anécdota o de lo que pueda pedir la confluencia catalana.
La negociación fallida para un gobierno de coalición tras las elecciones de abril de 2019 la lideraron ella y Pablo Echenique por parte de Unidas Podemos y, aunque es evidente que no se les puede atribuir el fracaso del diálogo, escenificaron su mala relación con duros reproches en Twitter. Calvo acusó a Echenique de lanzar “exabruptos” en las redes y de no tener una posición constructiva, y el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso le recriminó las resistencias del socialismo a formar un gobierno de coalición. Ya con el ejecutivo conjunto a pleno rendimiento, a Calvo se le atribuyó un intento de frenar la Ley de Igualdad de Irene Montero poniendo en cuestión su calidad jurídica, pero en ámbitos de Unidas Podemos no se mordieron la lengua e hicieron circular de manera oficiosa teorías sobre un ataque de celos de la vicepresidenta por haberse quedado sin el ministerio de Igualdad. La vicepresidenta primera siguió defendiendo ayer la posición del PSOE en el Gobierno y aclaró que “el rey no huye de nada, porque no está inmerso en ninguna causa”, y “no significa que no esté a disposición” del Estado.
Además, añadió que la relación con Felipe VI es “impecable, fructífera y necesaria”, y que ella tuvo conocimiento de la carta del rey emérito “a la vez que todo el mundo”, lo que pretende enfriar la idea de una salida pactada y volver a proyectar el mensaje, poco creíble para muchos, de que Sánchez no sabía prácticamente nada. Por otro lado, en un homenaje al general Rafael del Riego, en el marco del bicentenario del levantamiento contra el absolutismo que propició la Constitución de 1812, defendió un “orden constitucional que nadie incumple ni puede incumplir”. “Las generaciones más jóvenes de nuestro país tienen que saber que ha costado mucho esfuerzo estabilizarlo en una convivencia que tiene que ser plural y respetuosa, y eso solo se consigue cumpliendo las normas y reforzándolas en su cumplimiento cotidiano, y transformándolas exclusivamente por los procedimientos previstos y nunca por otros”, dijo, quizás un mensaje subliminal para Catalunya, y también para Unidas Podemos si sugiere un referéndum por la república.
Unidas Podemos sigue criticando que el rey emérito se haya marchado con un plan del que no fue partícipe, aunque las críticas más duras se oyeron ayer a nivel del grupo parlamentario y no tanto de los ministros. Asens no descartó un referéndum “en la próxima década si hay otra correlación de fuerzas”. El secretario general del grupo en el Congreso, Txema Guijarro, añadió en La Sexta que “la clave de bóveda del sistema constitucional no es la monarquía, es la soberanía popular, y quien no entiende esto no entiende la historia de España”. “Si el rey emérito fuera cualquier otro ciudadano con pruebas de un delito tan grave, ya habría una investigación abierta y se le hubiera quitado el pasaporte”, lanzó. La ministra de Trabajo de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, añadió que la salida del monarca arroja “una imagen muy mala” para el Estado.
Calvo recibió un capote del Supremo, que rechazó las medidas cautelares “respecto de quien no tiene condición de investigado”. Sánchez defendió el martes que no sabe cuál es el paradero del emérito, y ayer inició unas vacaciones en Lanzarote hasta el martes.No es la primera vez que surgen fricciones entre los socios del ejecutivo, que aguanta pese a las discrepancias cíclicas entre ellos y apuesta por proyectar cierta normalidad.
“Como ratas en el barco”. Juventudes Socialistas de Zamora acusaron ayer al rey emérito de “robarnos y reírse en nuestra cara” y creen que “abandona el barco como las ratas”.
Calle en Gijón. El PP criticó ayer la decisión del Ayuntamiento de Gijón de retirar una calle que lleva el nombre de Juan Carlos I. Acusó a la alcaldesa socialista, Ana González, de ser una “alcaldesa sectaria”. Calvo no se quiso pronunciar ayer y dijo que es un asunto de competencia municipal.
“La vicepresidenta ha pilotado la negociación y ha hecho cómplice al Gobierno de la operación”
Presidente del grupo Unidas Podemos
“El Gobierno ha conocido la carta de Juan Carlos I a la vez que todo el mundo”
Vicepresidenta del Gobierno español