- Más allá de los temas que conciernen a la monarquía, en su comparecencia de ayer Pedro Sánchez también abordó los Presupuestos Generales del Estado (PGE), una de las cuestiones clave que espera al Ejecutivo español a la vuelta del verano. A este respecto, Sánchez reafirmó su apuesta por la llamada geometría variable; es decir, abrirse a pactos con la derecha para no depender siempre de la mayoría de la investidura. "Necesitamos ampliar el espacio y hablaremos con todas las fuerzas para ver si quieren ayudar a los españoles en este momento crítico", resumió.
Los socialistas desconfían de la mayoría de la investidura debido a las dudas de ERC, por lo que ya han comenzado a estrechar lazos con Ciudadanos y miran también al PP para la votación presupuestaria. Este giro molesta sin embargo a Unidas Podemos, quien ya ha reclamado a su socio de Gobierno que vuelva a mirar a los grupos que facilitaron el arranque de la legislatura en enero. Pese a todo, Sánchez insiste en acuerdos con todas las formaciones parlamentarias, a las que ayer trasladó la presión al afirmar que de los PGE depende la recuperación del Estado. "Es imperativo tener unos nuevos Presupuestos, la pregunta es de qué lado quieren estar los partidos, si quieren o no arrimar el hombro", expresó el presidente.
Pedro Sánchez insiste así en el diálogo a izquierda y derecha y en la búsqueda de acuerdos amplios en el Congreso, lo que se antoja muy difícil a tenor de la división existente en la política estatal. "No tiro la toalla, vamos a hablar con todos porque el reto merece la pena en una situación gravísima", defendió Sánchez.
"La pregunta es de qué lado están los partidos, si quieren o no arrimar el hombro"
Presidente del Gobierno español