- La coalición PP+Ciudadanos busca maquillar sus malos resultados el pasado domingo en las elecciones al Parlamento Vasco con una carambola en el recuento del voto exterior que le otorgue el sexto escaño en el Parlamento Vasco. La Junta Electoral vasca realizará hoy el escrutinio definitivo con el recuento del voto CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes) y la revisión de las actas de las mesas electorales, con la incógnita de si EH Bildu logrará mantener su último escaño en Bizkaia o pasará a la candidatura encabezada por Carlos Iturgaiz. Si se repitiera esa situación ahora sería Diana Urrea (EH Bildu) la que perdería el escaño en favor del portavoz de Ciudadanos en Euskadi, Luis Gordillo.
Les separan solo 108 votos a favor de Bildu y hoy se abrirán en este territorio 1.324 papeletas de vizcaínos residentes en el extranjero. Además, el PP ya ha reclamado varios votos no contabilizados debidamente en las actas de diversas mesas. Así, en algunas ubicadas en Bilbao han solicitado a la Junta Electoral que se contabilicen papeletas anuladas por estar duplicadas o por tener indicaciones de PP+Cs escritas a mano y que los populares consideran que no las anulan.
Son alrededor de un centenar de votos que los populares consideran que se les han escamoteado, con lo que, dando por bueno que eso fuera así, el conteo del voto rogado partiría con ambas formaciones prácticamente igualadas.
Curiosamente, los precedentes favorecen a ambos partidos ya que en las autonómicas vascas de 2016 EH Bildu rebañó al PNV el último escaño en el recuento del voto exterior. La coalición liderada por Arnaldo Otegi y con Maddalen Iriarte como cabeza de cartel también hace cuatro años se disputó en el último momento, con el recuento del voto CERA un parlamentario con el PNV, lo que le permitió llegar a los 18 diputados en la Cámara vasca. Ese escaño privó a los jeltzales obtener su 29º parlamentario que, unido a los 9 que logró el PSE, habría permitido una mayoría absoluta al gobierno de coalición entre jeltzales y socialistas.
En las últimas elecciones generales del 10 de noviembre del pasado año, el PNV volvió a perder el último escaño en el voto exterior. En esta ocasión fue el PP el que les birló el último diputado por Bizkaia en el Congreso. También entonces el recuento de la Junta Electoral sirvió a los populares para mitigar su hundimiento electoral en Euskadi al conseguir in extremis colocar un diputado vasco en Madrid.
Antes del recuento de los restos, el PNV partía con una ventaja de 137 votos pero finalmente el conteo arrojó un margen de cerca de 200 en favor de la formación popular. De este modo los jeltzales perdieron su séptimo diputado (Jon Aiartza) en favor de Beatriz Fanjul, una apuesta personal del presidente del PP, Pablo Casado, frente al criterio del entonces líder de la formación en Euskadi, Alfonso Alonso.
Al igual que ahora, en las generales del año pasado los populares reclamaron la revisión de numerosas papeletas del PP que en varias mesas habían sido atribuidas a partidos cercanos en orden alfabético y ubicados junto al PP en el planillo donde se levanta acta de los votos. De este modo arañaron alrededor de dos centenares de votos, suficientes para superar en los restos al PNV.
El PP registró un importante descenso de escaños el pasado domingo, al perder cuatro de los nueve asientos con los que contaba en la Cámara. Si finalmente se confirma que arrebatan el segundo escaño por Bizkaia a EH Bildu, Iturgaiz lograría mitigar el hundimiento de la coalición y reducir la pérdida de asientos a tres menos que en 2016. Ese escaño de momento en poder de Diana Urrea (EH Bildu) lo ocuparía Luis Gordillo, candidato de Ciudadanos, con lo que la formación naranja se llevaría dos de los seis diputados de la coalición, a pesar de su reducida implantación social y política en Euskadi. Un buen regalo para el partido que lidera Inés Arrimadas que, de acudir en solitario, difícilmente hubiera logrado una renta tan suculenta, a tenor de los resultados cosechados en las últimas elecciones autonómicas e incluso en los más recientes comicios municipales, forales y generales del año pasado.
Si se confirmase la pérdida de EH Bildu del último voto por Bizkaia, la coalición de la izquierda abertzale vería rebajada su representación de los 22 actuales a 21, tres más que en la anterior legislatura. Esto tendría una derivada importante en la aritmética parlamentaria ya que la suma de Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos se quedaría en 37 parlamentarios. El tripartito de izquierdas no alcanzaría la mayoría absoluta establecida en 38 parlamentarios, aunque sí sería suficiente para superar los 31 escaños jeltzales, a no ser que estos sumen con los seis del PP, dejando así el desempate en manos de la única parlamentaria de Vox.
Las juntas electorales de cada territorio se reunirán hoy a partir de las ocho de la mañana para preceder al escrutinio definitivo y la revisión de las actas de las mesas. Los partidos tienen un plazo de un día para recurrir el escrutinio, algo que nunca se ha producido.
El censo del voto CERA ronda los 40.000 ciudadanos. En esta ocasión el número efectivo de personas a las que se ha admitido su solicitud ha sido de 3.569, una cifra mucho menor a la habitual debido a la pandemia y a que en muchos países ha habido problemas para el trámite del voto. La mayoría de los que han votado son guipuzcoanos residentes en el extranjero (1.904), a continuación los vizcaínos (1.324) y por último los alaveses (341).
En Araba las posibilidades de que el último escaño cambie de manos es muy complicada ya que el PNV aventaja a Bildu en 226 votos y hoy se abrirán 341 papeletas. En Gipuzkoa el reparto de parlamentarios no cambiará (el último correspondió a Elkarrekin Podemos con una ventaja de 1.466 votos sobre EH Bildu).