PAMPLONA - Varios centenares de personas que participaban ayer en Iruñea en un acto convocado por la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo (Anvite) se concentraron a mediodía frente la celda colocada por el colectivo Sare para concienciar sobre la situación de los presos de ETA. Los miembros de este grupo y los de las víctimas llegaron a encararse durante un cuarto de hora y tuvieron que ser separados por la Policía española. Hubo momentos de tensión y ambas partes cruzaron gritos y soflamas pero no se registraron incidentes.

Como ya sucedió la víspera, aunque entonces ambos colectivos no llegaron a acercarse entre ellos, la red ciudadana Sare organizó en el Paseo de Sarasate una instalación que simula una celda en la que cada media hora se introduce una persona, por relevos, con el objetivo de “acercarse a la realidad de los presos”. A su alrededor, un centenar de personas seguía los mensajes de la megafonía de esta iniciativa de Sare que aboga por “eliminar las medidas de excepción y respetar los derechos fundamentales” de los presos de ETA con su acercamiento a cárceles de Nafarroa y la CAV. La performance busca “socializar la conculcación de los derechos humanos que sufren los presos”.

A escasos metros, también como el pasado viernes, la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo -un colectivo surgido este año fruto de una escisión navarra de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT)- organizó de forma paralela un acto en protesta por la convocatoria de Sare, que consistió en una concentración tras una pancarta con el lema Verdad, memoria, dignidad y justicia, en la que participaron unas 300 personas.

La mayoría eran víctimas y familiares de víctimas de ETA, aunque también en un segundo plano se situaron representantes de los partidos UPN, PSN, Partido Popular, Ciudadanos y también Vox, según su cuenta de Twitter. Entre los participantes en la concentración de víctimas se pudo ver al presidente de UPN, Javier Esparza; el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz; o la presidenta de los populares navarros, Ana Beltrán.

En este segundo acto solo tomó la palabra el presidente de Anvite, José Ignacio Toca, quien leyó los nombres de todos los asesinados por ETA en la Comunidad Foral. La concentración de Anvite finalizó con un prolongado aplauso de los presentes y varios vivas a Nafarroa, España, la Guardia Civil y la Policía española.

Entonces, tras su conclusión, muchos de los asistentes a esta concentración se dispersaron, pero algunos comenzaron a corear el lema ¡Aquí estamos, nosotros no matamos! dirigiéndose al grupo de personas concentradas en torno a la instalación de Sare, que se encontraba a unos 50 metros. Poco después emprendieron la marcha hacia ellos, que seguían ajenos a la situación.

En la celda simulada se encontraba en ese momento la parlamentaria de Podemos-Orain Bai Laura Pérez y un nutrido grupo de personas que seguía el acto de Sare. Cuando estas comenzaron a oír de cerca gritos como “Asesinos” o “Sin pistolas no sois nadie” al llegar al lugar algunos de los participantes en la otra concentración, les respondieron coreando el lema “Euskal presoak etxera” (’Presos vascos a casa’), mientras los agentes de la Policía española intentaban establecer un cordón entre ambos grupos.

gritos Aunque algunos de los participantes en los actos llegaron a encararse, y la situación se prolongó un cuarto de hora, el enfrentamiento no pasó de los gritos. Pasadas las dos de la tarde los representantes de Sare dieron por finalizada la performance en favor de los presos, recogieron la celda y abandonaron el lugar.

En la presentación del acto de Sare, su portavoz Joseba Azkarraga aseguró que “en ningún momento en nuestras actividades hemos humillado ni pretendido humillar a las víctimas, que tienen todo nuestro cariño y respaldo”. Ante las peticiones de prohibición del acto, tanto a la delegación del Gobierno como al Ayuntamiento de Iruñea, Azkarraga dijo que “reunimos todas las condiciones para que lo podamos celebrar”. - DNA