Madrid - El considerado cerebro financiero de la trama Gürtel, Ramón Blanco Balín, afirmó ayer que fue el yerno del expresidente del Gobierno español José María Aznar, Alejandro Agag, quien le “envió” al líder de la red corrupta, Francisco Correa. Agregó que no dudó en trabajar con ellos porque Agag es “una persona lo suficientemente creíble para hacer esto”. Así lo relató en el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional por la presunta financiación ilegal del Partido Popular de la Comunidad Valenciana.
Durante su declaración ante el titular del Juzgado Central de lo Penal, explicó que Orange Market le enviaba directamente las facturas de todos los trabajos que se suponía que habían realizado. “No teníamos capacidad para saber si los servicios se habían prestado o no”, puntualizó. Entre dichos trabajos se encuentran los actos de campaña de las elecciones municipales y autonómicas de 2007 y las generales de 2008 que realizaron para el PP valenciano, liderado entonces por Francisco Camps, y con los cuales se sospecha que el partido se financió irregularmente.
A preguntas de la fiscal Anticorrupción, Blanco Balín relató que nunca detectó alguna irregularidad y que si hubiese sido así habría dejado de trabajar con la Gürtel: “Mi despacho no ha encontrado nunca nada sobre la caja B, no teníamos conocimiento ni de facturas manipuladas o modificadas en su concepto y que no correspondían a la realidad, ni que había unos pagos que se realizaban en efectivo”. Agregó que tampoco participó en la ocultación de fondo: “Mi despacho en ningún momento cambió ni modificó ninguna factura que llegó desde Valencia”. - E.P.