vitoria - El pasado lunes, después de que el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se desmarcara del lema Tourist go home y abogara por protestar contra el modelo turístico sin provocar incidentes, las juventudes de Sortu, Ernai, se manifestaron en Gasteiz contra los visitantes y colocaron pancartas y pegatinas reivindicativas en diversas sedes institucionales. Unas protestas que se reprodujeron el miércoles con el sabotaje a la sede de Basquetour y con una acción en la que unos jóvenes que portaban pelucas y bailaban La Macarena pararon el tren txu txu de Donostia, y ante las que EH Bildu optó ayer por quitarles hierro y rebajar su importancia. Fue el diputado de esta formación en el Congreso Oskar Matute el que calificó esta polémica de “serpiente de verano”. Negó además que exista “turismofobia”, sino que lo que se produce a su juicio es “protestofobia”, ya que “parece que protestar es un elemento a desterrar y eso no fortalece la democracia”.
Las protestas de las juventudes de Sortu no tienen visos de bajar de intensidad, y tienen como cita destacada las manifestaciones convocadas el día 17 en Donostia y Gernika-Lumo, de nuevo contra el actual modelo turístico en Euskadi. El propio Otegi, que el lunes afirmó que “todos somos turistas y sería absurdo estar en contra del turismo porque todos lo practicamos”, trató de desdramatizar el jueves la situación difundiendo en Twitter un vídeo de la acción contra el tren txu txu y la frase “Esto sí que son amenazas y no las de @norcoreano”, en referencia a una conocida cuenta satírica de esta red social sobre el líder de Corea del Norte.
En una entrevista en Radio Euskadi, Oskar Matute llamó la atención sobre “el listón que se está poniendo sobre lo que es considerado protesta o ataque”. “Porque si seguimos esta lógica para todos los casos, a lo mejor nos encontramos con que lo que hicieron nuestros padres para defender sus puestos de trabajo o lo que tengan que hacer nuestros hermanos e hijos para defender los suyos es poco menos que considerado un atentado natural”, aseguró. En este sentido, admitió que le provoca “una cierta hilaridad la distorsión del lenguaje” según la cual se califica la parada de un tren de turistas en Donostia y su encartelada como “un ataque”.
A juicio de Matute, “se está produciendo una banalización del lenguaje” en torno a las protestas contra el turismo. “Creo que hay un debate de fondo sobre el que habría que entrar. Otra cosa es si las acciones y protestas llevadas a cabo por Ernai ayudan mucho o poco a poner el debate encima de la mesa”, advirtió. Puso como ejemplo de esta doble vara de medir el pleno del jueves en la localidad navarra de Viana, en el que una moción de censura de Geroa Bai, PSN y Cambiemos Viana desalojó al hasta ahora alcalde de UPN entre las protestas e insultos de unos 150 vecinos. “Si lo hicieran gentes de izquierdas e independentistas de este país, sería poco menos que señalado como no sé qué etapa de violencia inmediata. Y no es así”, afirmó.
Visibilizar el conflicto Oskar Matute defendió que “los conflictos se deben visibilizar” y reclamó por ello “un poco de sentido común”. Resaltó que la posición que defiende EH Bildu “conecta con la sensibilidad de la mayoría de la sociedad vasca” y, por ello, abogó por “desmontar cualquier intento de arrinconar” las posiciones políticas de su formación. Por último, criticó que se dediquen todos los recursos al sector del turismo, mientras “se obvia la política industrial y otros sectores productivos”.