madrid - Buena parte del interrogatorio que el primogénito del clan Pujol, Jordi Pujol Ferrusola, prestó el pasado martes ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata estuvo dedicado a detallar sus inversiones fallidas y a explicar que desde que en octubre de 2015 se le embargaron sus cuentas tiene “problemas para vivir”. Pujol junior, que tras su declaración ingresó en prisión incondicional por orden del magistrado, relató a De la Mata que sobrevive gracias al acuerdo privado que firmó ante notario con su socio en Francia, Francis Gendre. El mismo consistió en la ampliación de un préstamo de 500.000 euros que le había hecho y que le va devolviendo a razón de 10.000 euros al mes, “en partidas de 2.000, 2.200 euros en efectivo”, aseveró.

Ayer salieron a la luz los detalles de la larga declaración, tras que, por primera vez, un miembro de los Pujol ha ingresado en prisión acusado de maniobrar para ocultar su fortuna en el extranjero. Durante su relato, Pujol Ferrusola tiró además de símil y se comparó con el personaje que interpretó el actor José Sazatornil en la película La escopeta nacional, de Luis García Berlanga, sobre un fabricante catalán de interfonos que “no consigue vender ni uno y acaba pagando la fiesta”. “Le dan largas y largas y largas y acaba pagando la fiesta, la cacería y todo. Lo mismo que me pasa a mí”, dijo.

Para ahondar en su mala mano con el manejo del dinero de la familia, reconoció ser el responsable del reparto entre sus hermanos de fondos -cuyo origen presuntamente irregular se investiga en esta causa judicial- y de las inversiones casi siempre fallidas que realizó en nombre de algunos de ellos. “Yo perdía y Mireia alguna vez me lo pasa por la cara”, señaló. El fiscal pidió prisión incondicional para Jordi Pujol Ferrusola ante el temor de que las cantidades que ha evadido en los últimos años no se puedan recuperar cuando haya sentencia firme. - E. P.