DONOSTIA. Entienden que el desarme "debe estar al servicio del proceso de paz" y que el "nuevo escenario" tendría que ser "una oportunidad" además para que los Ejecutivos español y galo modifiquen sus políticas penitenciarias, pues creen que sería "incomprensible" que no lo hicieran.

Representantes de este foro, creado en 2013 para impulsar la entrega de las armas de ETA y el fin de la dispersión de sus presos, han comparecido hoy en el Palacio de Aiete de Donostia, donde han expresado su "reconocimiento" a la labor de los llamados "artesanos de la paz", cuya "iniciativa de profundo calado político" ha servido "de abrelatas al nuevo escenario".

Han alabado asimismo la "generosidad" mostrada en estos meses por los gobiernos de Euskadi y Nafarroa y la nueva mancomunidad de Iparralde, así como miembros de partidos políticos, sindicatos y de la sociedad civil.

"Han demostrado tener altura de miras en un momento determinante", han asegurado los representantes del Foro Social: Begoña Uharte, que ha leído el texto en euskera; Anaiz Funosas, en francés, y Agus Hernán, en castellano, en la sala Gandhi de la Casa de la Paz y los Derechos Humanos de la capital guipuzcoana.

Y lo han afirmado "conocedores de los momentos difíciles que ha atravesado este proceso".

"Incluso en esas semanas en que parecía que las desconfianzas volvían a instalarse y nos bloqueaban, todos los actores, a través de un trabajo discreto y paciente, hemos sabido apostar para llegar a este escenario", han enfatizado.

El 9 de abril, han destacado, "habrá quedado definitivamente resuelta" unas de las cuestiones "pendientes del conflicto" y ETA "será una organización no armada".

El Foro Social es partidario de "salvaguardar" a partir de ahora "el amplio consenso alcanzado" en este asunto y lograr otros en torno "al reconocimiento y reparación de todas la víctimas, la convivencia, la memoria, el retorno a casa de los presos y huidos y los derechos humanos".

Considera que también hay que "profundizar en el esquema resolutivo" basado en la intervención de los gobiernos y las instituciones, la llamada Comisión Internacional de Verificación y la sociedad civil, de manera que permita abordar "una hoja de ruta" para conseguir "el retorno a cada de presos y huidos".

"Estamos viviendo semanas vertiginosas e históricas. No nos vamos a resignar y vamos a seguir trabajando para que el conjunto de las consecuencias el conflicto tengan una solución en parámetros razonables, huyendo de lógicas de guerra, de venganzas, de vencedores y vencidos. La experiencia de nuestros abuelos y padres en 1936 nos dice que esa lógica no ofrece ninguna garantía de no repetición", han subrayado.