madrid - El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, invitó ayer al Gobierno español a negociar la fecha, las condiciones y la pregunta del referéndum sobre la independencia de Catalunya, previsto inicialmente para septiembre de 2017. También se abrió a que se someta a votación la propuesta de Moncloa y que “compita con la de la independencia”, siempre que se haya acordado cómo interpretar y aplicar los resultados.
En el transcurso de una conferencia ofrecida en los desayunos informativos de Europa Press, insistió en que la reivindicación independentista catalana requiere una solución política y no va a diluirse por no darle respuesta. “Cuando la situación española despierte de su bloqueo inicial la propuesta catalana seguirá todavía allí”, dijo. Así, el jefe del Govern apostó por un acuerdo con el Gobierno sobre la consulta de principio a fin del proceso: cuándo realizarla, en qué condiciones, qué preguntar, qué resultados son válidos y cómo aplicarlos después. Sobre qué preguntar, se mostró partidario de un enunciado sencillo, directo y que sólo tenga por respuesta un sí o un no. ¿Quiere usted que Catalunya sea un Estado independiente?, puso como ejemplo, ya que está abierto a opciones “más alambicadas” si son pactadas.
Puigdemont se mostró incluso abierto a que se someta a votación una contrapropuesta planteada por el Estado, “que compita con la de la independencia de Catalunya”. También la interpretación del resultado debería estar pactada, qué porcentaje sería válido y cómo aplicarlo, o si se establece una moratoria para poder repetir un referéndum similar. Aseguró que en cuanto haya un nuevo presidente electo en Moncloa, además de felicitarle por la investidura, le pedirá cita para una reunión con el fin de hablar de todo esto.
El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, dijo que “ningún gobierno de España ni de ninguna parte del territorio debería atender una propuesta contraria a las leyes”. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, respondió con un “no, no y no”.
Baja de Rusia El acto de ayer de Puigdemont contó con la presencia de hasta diez embajadores de Francia, Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Venezuela, Argelia, Suecia y Egipto. El representante de Rusia no pudo asistir finalmente al desayuno informativo, pese a que había confirmado su presencia. Por el contrario, al acto en Madrid no acudió ningún representante del Gobierno de Rajoy. - DNA