BILBAO - Solo un día después de que Andoni Ortuzar y Aitor Esteban se citaran con Pedro Sánchez para calibrar la sintonía que podía existir de cara a futuras negociaciones entre PSOE y PNV, Idoia Mendia salió a la palestra para advertir a los jeltzales de que se olvidaran de incluir en la agenda vasca todo lo referente a la bilateralidad, el derecho a decidir y conceptos como el de nación foral. Ahora, a escasas horas de que arranque el debate de investidura del candidato socialista, y mientras en Sabin Etxea aguardan una respuesta “concreta” de Ferraz a sus propuestas, la secretaria general del PSE ha vuelto a irrumpir para reclamar al PNV que “se moje” porque, de no apoyar a Sánchez, se estaría alineando, según su prisma, con Mariano Rajoy. Cuando lo más lógico sería verbalizar un discurso conciliador a tenor de que el PSOE necesita de cuantos más compañeros de viaje, mejor, la líder del socialismo vasco se ha descolgado insinuando en primer lugar que los jeltzales ya habían recibido una contestación -algo que ha causado malestar en las filas nacionalistas por lo incierto del mensaje- y, segundo, censurando al PNV por “sacar el fantasma del Plan Ibarretxe” en la Asamblea General de Iruñea.
Quizás henchida por la alta participación que ha tenido en Euskadi la consulta socialista a la militancia respecto al pacto del PSOE con Ciudadanos, y por la adhesión obtenida, Mendia metió presión a los dos flancos que Sánchez necesita para validar sus expectativas, la abstención de Podemos y PNV, demandándoles que se decidan ya “si quieren dejar que siga gobernando el PP y tener a Rajoy de presidente interino todo 2016, o si ayudan a configurar un Gobierno de cambio”. Así se pronunció durante un acto en Portugalete donde estuvo acompañada por el secretario general del PSE vizcaíno, Mikel Torres, alardeando ambos de que el proceso por el que Sánchez ha preguntado a sus afiliados por el consenso con la fuerza que encabeza Albert Rivera ha supuesto una “grandísima lección de democracia y responsabilidad” donde tanto el secretario general como el partido “han salido reforzados” frente a aquellos otros que ansiaban que la consulta no vinculante “se volviese en contra”. Lo cierto es que buceando en otra perspectiva diferente de lo acontecido y de la lectura que hacen la mayoría de dirigentes territoriales del PSOE, la mitad de la militancia dio la espalda a esta hoja de ruta al preferir no posicionarse. “Somos más fuertes que ayer, nuestra gente ha dicho alto y claro que quiere un gobierno de cambio”, prefirió ilustrar Mendia.
Desde luego, Sánchez tiene en la filial vasca a una de sus mayores defensoras al vanagloriar su “capacidad para alcanzar acuerdos con otras fuerzas políticas”, si bien de momento solamente ha logrado trenzar un consenso con Ciudadanos y Coalición Canaria, mientras que IU y Compromís, con quienes estaba cerca de hacerlo, se han bajado del carro ante la incompatibilidad de políticas con la marca naranja. En este contexto, Mendia abogó por centrarse en una “agenda social” frente a “ensoñaciones”, en alusión al PNV, subrayando que aspira a un país con “más derechos sociales y no más derechos históricos”. “No creo que la solución a este país venga de la mano del derecho a decidir, de la mano de consultas vacías que solo sirven para dividir a la gente”, se explayó la líder del PSE, para quien estas formulaciones, como ya dijo, pueden resultar “ocurrentes, pero solamente generan más incertidumbres que certezas”. Igualmente, avisó de que “seguramente, en la próxima legislatura, PNV y EH Bildu encontrarán en Podemos un buen apoyo en el camino”, ya que la formación morada “siempre suscribe todo aquello que suena bien pero resuelve pocos problemas”. El próximo sábado Mendia verá refrendada su candidatura a la Lehendakaritza, donde anhela plasmar un Estatuto de cariz “más social” y menos identitario.