gasteiz - Con la presentación de su nuevo candidato a la Alcaldía de Gasteiz, el PSE zanjó ayer una crisis que desde la dirección del partido niegan y circunscriben a una decisión individual de la anterior aspirante, Maite Berrocal, quien el lunes arrojó la toalla tras denunciar la “imposición” de nombres en la lista electoral que encabezaba.
La secretaria general de los socialistas alaveses, Cristina González, tardó poco más de 24 horas en buscar relevo a la edil vitoriana y 48 en presentar a Peio López de Munain en una comparecencia conjunta en la que ambos pusieron el contador a cero para comenzar el recorrido electoral. A menos de cien días para la cita con las urnas, la consigna en la sede socialista es clara: dejar atrás cuanto antes las divergencias internas y cerrar filas en torno tanto al nuevo candidato como a la propia González, que concurre como cabeza de lista en los comicios forales.
Pero además de publicitar la carta de presentación de López de Munain, ayer también tocaba mirar atrás y aclarar por qué se ha llegado a esta situación. En una rueda de prensa de casi una hora, González lamentó lo ocurrido y destacó que Berrocal contó, desde un principio y como única candidata a encabezar la lista gasteiztarra, con el apoyo de “todo el partido para sumar y no restar”, un respaldo que ahora demando para el nuevo candidato.
La apuesta de la secretaria general por López de Munain contó con la “unanimidad” de los 22 miembros de la Ejecutiva del PSE alavés, una elección que trastocó las quinielas que situaban al expresidente de Caja Vital, Carlos Zapatero, como punta de lanza. Según ha podido saber este periódico, el inspector de Trabajo no formaba parte de las preferencias barajadas por González y su círculo más próximo, aunque era la apuesta que más simpatías despertaba en la dirección vasca. “No había ningún candidato pensado”, matizó la secretaria general.
Finalmente, el “peso político” que la líder del PSE alavés reconoció en la figura de Zapatero le ha situado como número dos de la lista, aunque formalmente concurra como tercer candidato, por detrás de la concejal Isabel Martínez, debido a las exigencias paritarias.
Por delante de ellos, López de Munain afronta el complicado reto de frenar la fuga de votos que todas las encuestas auguran al PSE. Aseguró que pase lo que pase el 24 de mayo, fecha prevista de las elecciones, se quedará toda la legislatura en el Ayuntamiento, a pesar de que hace tan solo dos días tuviese poco menos que preparada “la maleta” para iniciar su jubilación.
El hecho de ser un candidato “conocido y reconocido” es, según González, la mejor carta de presentación para este vitoriano nacido en calle Santiago que encara su proyecto político más ambicioso con 61 años.
Tras controlar el “vértigo terrible” que le provocó el encargo de sus compañeros de partido, el candidato no sabe aún cuál será su papel en el día a día del grupo municipal socialista de aquí a la noche electoral. Y es que la llamada a unión de González contrasta con la realidad del PSE municipal, quizá el ejemplo más fidedigno de la fragmentación del partido en la capital alavesa. De los seis ediles con los que cuenta el grupo socialista, los principales portavoces, Patxi Lazcoz y Maite Berrocal, son los considerados “díscolos” desde la Ejecutiva, mientras que Juan Carlos Alonso y Marian Gutiérrez están inmersos en el sector crítico y, finalmente, Peio López de Munai e Isabel Martínez se enmarcan en la línea oficial.
Así las cosas, el nuevo candidato pidió ayer “tiempo y diálogo” con sus compañeros de institución para estudiar si es conveniente “dar un paso” adelante en esta institución o “seguir como hasta ahora”.