bilbao - La Policía española detuvo ayer al histórico dirigente de ETA Santiago Arrospide Sarasola, alias Santi Potros, excarcelado hace 45 días por orden de la Audiencia Nacional, por su presunta implicación en dos atentados cometidos en 1986 y 1987, unas causas por las que hoy declarará ante el juez Fernando Andreu. El miembro de ETA fue arrestado en Lasarte después de que fuera puesto en libertad el pasado 4 de diciembre por la Audiencia Nacional, que rebajó su tiempo de estancia en prisión en el Estado español teniendo en cuenta las penas que cumplió en Francia al aplicarle una normativa europea de acumulación de penas.

Arrospide estaba libre en espera de que el Tribunal Supremo resolviera un recurso de la Fiscalía contra esta rebaja, pero ahora Andreu ha ordenado su detención por dos causas que tenía pendientes: el intento de asesinato del que fue fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba en 1986 en Madrid y la muerte por un coche bomba de Juan Fructuoso Gómez un año después en Barcelona.

La Audiencia Nacional ya pidió a Francia en 1993 y 1997 su extradición por estos dos procedimientos, pero el país galo concedió finalmente su entrega por otras causas y no estas dos que había solicitado el juez Andreu, así que en esa situación no se le podía perseguir por esos dos atentados. Sin embargo, el juez ha ordenado ahora su arresto en virtud del convenio europeo de extradición de 1957, que en su artículo 14.1 permite la detención y persecución de este procesado por estas dos causas porque, una vez ha quedado en libertad, no ha abandonado España en 45 días.

En concreto, Andreu le acusa en el auto de detención de ordenar al comando Madrid “dar muerte” a Burón Barba, aunque finalmente el atentado no se produjo. El testimonio ofrecido a las autoridades por el etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa fue determinante para esclarecer la participación como inductor de Arrospide. Así consta en el auto de detención emitido por el juez Andreu en el que se explica que el atentado no llegó a producirse porque los integrantes del comando -Idoia López Riaño y José Ignacio de Juana Chaos- “se quedaron dormidos” la mañana que se había fijado para materializar el asesinato.

Según el magistrado, Arrospide, como organizador y jefe de los llamados comandos ilegales de la banda, entre ellos el comando Madrid, estuvo “en todo momento al tanto de los seguimientos y preparativos” del atentado contra Burón Barba.

La segunda causa se refiere al atentado cometido en 1987 por el comando Barcelona de ETA mediante la colocación de un coche bomba al paso de un vehículo de la Guardia Civil en la ciudad condal. Santi Potros, explica el juez, encargó a Domingo Troitiño Arranz que formara parte del comando Barcelona que preparó el coche bomba que hizo estallar en Barcelona al paso de un vehículo de la Guardia Civil.

Como consecuencia de la explosión, murió Juan Fructuoso, ingeniero industrial de 29 años de edad, que estaba realizando una llamada de teléfono desde una cabina a su mujer. También resultaron heridos los dos guardias civiles y cuatro civiles más. El juez vincula a Santi Potros con este atentado porque cuando fue detenido en Francia se le incautó una lista en la que aparecía el número de matrícula de la placa falsa que fue usada en el coche del atentado, así como una indicación de una fecha próxima a su perpetración.

DE DURO A CRÍTICO Desde su primera detención en 1987, Arrospide, que ha cumplido un total de 28 años en prisión, ha pasado de representar a la más radical de ETA, la de los atentados de Hipercor (fallecieron 21 personas) o el de la plaza República Dominicana de Madrid (12 guardias civiles muertos) a engrosar la línea crítica con la organización.

Iker Urbina, abogado del detenido, y diputado de Amaiur, cree que se ha hecho “arquitectura jurídica” para que el histórico dirigente de ETA volviera a prisión “cuanto antes”. Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, señaló que el arresto demuestra que “el Estado de Derecho funciona y no está en suspenso”. Asimismo, subrayó que la detención “no tiene nada que ver con la reciente excarcelación, aunque pueda interpretarse así. Son cosas diferentes”. - DNA