Roma. El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi declaró ayer en el juicio en el que está acusado de inducción a la prostitución de menores que nunca ha mantenido relaciones sexuales con Karima El Mahroug, también conocida como 'Ruby', cuando la joven marroquí aún no había cumplido la mayoría de edad.
"Puedo descartar, con absoluta tranquilidad, que se hayan desarrollado escenas de naturaleza sexual en mi casa", ha afirmado 'Il Cavaliere' en su comparecencia ante el tribunal que lleva el caso, en el Palacio de Justicia de Milán. En la vista, Berlusconi se limitó a leer una declaración escrita para defender su inocencia. El exjefe de Gobierno acudió a la comparecencia acompañado por su asesora y también parlamentaria Maria Rosaria Rossi y abandonó el tribunal a las 13.40 horas.
El ex primer ministro también negó que hubiera presionado a los mandos policiales de la comisaría de Milán en la que fue arrestada 'Ruby' en mayo de 2010. "Nunca he sometido a presiones a funcionarios de la comisaría de Milán. Me he limitado a dar y pedir información", afirmó, para explicar la llamada telefónica que realizó la noche del 27 al 28 de mayo de ese año para intentar que 'Ruby' fuera liberada.
El ex primer ministro hizo hincapié en que nunca ha tenido "ningún tipo de relación íntima" con la joven marroquí y dejó claro que "todos" los que asistían a sus fiestas tenían "la absoluta convicción de que era mayor de edad", tanto porque ella misma decía que "tenía 24 años" como por su "aspecto". "La chica dijo que era de nacionalidad egipcia y que pertenecía a una importante familia relacionada con (el expresidente egipcio) Mubarak", explicó. Por eso, 'Il Cavaliere' aseguró que no quería provocar "un incidente diplomático" como el que supuso hace años el arresto de Hannibal Gadafi, hijo del entonces líder libio, Muamar Gadafi.
Berlusconi también se refirió al término de 'Bunga-Bunga', con el que la prensa hace referencia a sus fiestas. Aseguró que "nace de una broma que he repetido muchas veces y que ha sido reiterada por la prensa". En cuanto a las fiestas en su villa privada de Arcore, afirmó que ha habido "claras intenciones difamatorias" cuando la prensa ha informado de esas celebraciones y que se ha violado su intimidad. "Se ha fantaseado mucho sobre estas tardes en mi residencia privada con claras intenciones difamatorias y con una intrusión en la vida privada de un ciudadano", indicó.
En referencia al juicio Berlusconi fijo que se trata de "una monstruosa operación de difamación contra mí y contra mis amigas. Ninguna de mis invitadas, al menos en lo que yo tenía conocimiento, podía ser definida como una escort".