La presa Paula García, detenida en 1992 y condenada casi cuatro años después por colaborar con ETA, quedó ayer en libertad tras veinte años en prisión, según informaron fuentes del colectivo Egin Dezagun Bidea, defensor del respeto a los derechos de los reclusos de la organización terrorista. Según señalaron, García, vecina de la localidad vizcaína de Basauri, ha cumplido pena en las cárceles de Carabanchel, Nanclares de la Oca, Castellón, Dueñas, Mansilla y Soto del Real. En el último año, ha permanecido presa en la prisión de Cáceres.