madrid. La Audiencia Nacional celebró ayer la quinta jornada del juicio que sienta en el banquillo al ex portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, así como a otros siete miembros de la izquierda abertzale tradicional que están acusados de intentar reactivar esta formación a través de Bateragune. Durante una sesión que se extendió a lo largo de casi cinco horas, ayer intervinieron varios militantes de los sindicatos ELA y LAB así como los miembros de EA, Unai Ziarreta, Rafa Larreina e Ikerne Badiola. Las declaraciones de los testigos que fueron tomando la palabra arrojaron la idea de que en el seno de la izquierda abertzale tradicional se había dado un debate interno que abogaba por un cambio de estrategia política.
Una de las declaraciones más significativas fue la del ex secretario general de ELA, José Elorrieta. El ex dirigente sindicalista tomó la palabra sin mostrar signo alguno de nerviosismo e incluso bromeó a lo largo de su declaración. Elorrieta explicó como entre 2007 y 2008 fue a visitar a Otegi a la cárcel de Martutene donde mantuvieron una conversación de unas tres horas en la que hablaron y analizaron la coyuntura política del momento. "Saqué en limpio que había un esquema de análisis muy reflexionado, muy coherente", explicó Elorrieta, asegurando además que salió "muy contento" de aquel encuentro. "Frente a mí había un dirigente político absolutamente convencido de las oportunidades de la acción política civil, democrática", afirmó Elorrieta respondiendo a las preguntas del fiscal, que le interrogó sobre lo que en esa reunión Otegi le había transmitido acerca de ETA.
"Para ese momento la cosa estaba muy clara: la vía soberanista solamente tiene una recorrido, que es un recorrido civil, democrático. De modo que cuando un dirigente, en este caso Arnaldo, plantea esa reflexión, ya sabe que la vía soberanista solo es posible sin lucha armada", explicó, y preguntado por la defensa si Otegi le transmitió la idea de que soberanismo y estrategia político militar son incompatibles , Elorrieta le contestó: "Claro que me transmitió eso, sino no hubiera salido contento".
"acumulación de fuerzas" Unas de las declaraciones testificales más esperadas fueron las de varios miembros de EA, que fueron solicitados por la defensa el primer día del juicio y que fueron admitidos por la mesa. Ayer, testificó el ex secretario general de EA, Unai Ziarreta, que planteó que su formación siempre ha apostado por la acumulación de fuerzas abertzales. En ese contexto, Ziarreta narró como, estando Otegi en la cárcel fue a visitarle, y que cuando este quedó en libertad, mantuvieron varias reuniones en las que plantearon la necesidad de que "fructificara una colaboración entre ambas fuerzas políticas por vías exclusivamente pacíficas y democráticas".
Ziarreta explicó que trabajaron en varios documentos, y aunque aseguró que sí llegaban a puntos de acuerdo, finalmente EA concurrió sola a las elecciones. Así, Ziarreta explicó que él dejó la presidencia de EA, y que el devenir de su formación y su apuesta por la acumulacíón de fuerzas ha acabado desembocando en "la fórmula electoral existosa que ha sido Bildu".
A preguntas de la abogada de la defensa, Jone Goirizelaia, Ziarreta afirmó que en aquellas reuniones a las que acudió Arnaldo Otegi y el también acusado, Arkaitz Rodriguez, nunca se presentó nadie como Bateragune y que jamás le plantearon nada en nombre de ETA.
En los mismos términos se pronunció Rafa Larreina. "En absoluto eran miebros de Bateragune y tenía la certeza de que en absoluto estaba hablando con ETA", afirmó. Así, Larreina planteó como en aquel momento no llegó a cuajar un acuerdo con la izquierda abertzale debido a que en el seno de EA había un sector que no acababa de ver garantías de que se cumpliera la premisa indispensable de la apuesta únicamente por vías democráticas. Entre los testigos que prestaron declaración ayer estaba también, Ikerne Badiola, secretaria de comunicación de EA, que resaltó la continua apuesta de su partido por trabajar con fuerzas soberanistas.